Lina Mascaró, presidenta del Grupo Mascaró, repasa en un evento la trayectoria de la empresa

Imagen del evento en el Círculo Ecuestre

El Círculo Ecuestre ha acogido en Barcelona el desayuno-coloquio Diseño, liderazgo y legado familiar, protagonizado por Lina Mascaró, presidenta del Grupo Mascaró.

Durante el encuentro, Lina Mascaró compartió su experiencia al frente del grupo familiar, así como reflexiones personales sobre el papel de la mujer en la empresa, la importancia de las raíces y el desafío de mantener la esencia en un sector como el de la moda.

Lina Mascaró

Mascaró comenzó repasando su trayectoria personal, íntimamente ligada al mundo del calzado: “Mi infancia, adolescencia y juventud están ligadas al mundo de la moda y del zapato femenino”, recordó.

Hija y nieta de zapateros, explicó cómo la convivencia con el negocio familiar fue una constante desde pequeña. “En casa, tanto como mis dos hermanas como yo, hemos vivido rodeadas de clientes, proveedores, tacones, suelas… Mi padre no distinguía entre lo que era la familia y el trabajo”.

Sobre la historia empresarial, Mascaró explico cómo su abuelo y su tío Pedro fundaron la empresa fabricando zapatillas de andar por casa, y más adelante, de ballet, que exportaban a Barcelona. Con la segunda generación, encabezada por su padre Jaime, la fábrica se trasladó a un polígono industrial y se apostó por el diseño europeo, fichando a un diseñador italiano que contribuyó a consolidar la marca en España. También fueron quienes iniciaron la red de tiendas físicas que hoy tiene presencia nacional.

Lina Mascaró explicó que se incorporó en 1994 como tercera generación, y relato cómo en 2005 lanzaron la marca Pretty Ballerinas, que pronto encontró su hueco en el mercado internacional. “Cuando íbamos a ferias vimos que los clientes compraban principalmente bailarinas”. El momento fue propicio: “En 2006 nos llegó la oportunidad porque la bailarina se puso de moda. Esto fue el gran impulso. El momento adecuado y con la preparación adecuada. En parte fue suerte”.

El componente local fue otro de los temas destacados. Lina Mascaró reivindicó el arraigo del grupo a Menorca: “Mascaró nació en Ferreries, sigue estando allí y estoy segura de que seguirá allí muchos años más. Allí está la familia, está mi madre, y este componente es esencial para la empresa. Le da historia y valor”.

Asimismo, puso en valor la producción artesanal que todavía se mantiene en la isla: “En todo el proceso de fabricación, un zapato pasa por unas 60 manos” y recordó que hoy en día “es extraño que unos zapatos se fabriquen íntegramente en Menorca, incluso en España”. Para ella, esto representa un “producto de proximidad” que aporta autenticidad y diferenciación.

En cuanto al liderazgo, dejó claro que no cree en etiquetas de género: “Para mí ser líder no depende de un género. El liderazgo va de personas, de compromiso, de convencer a gente, de humildad, de generosidad, de escuchar, de comprometerse”. Y subrayó que un buen líder debe saber entusiasmar.

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