Falsificaciones en textil: un mercado ilegal que crece

Checkpoint continúa impulsando sus soluciones para evitar la estafa. El consumo medio anual de falsificaciones en España se sitúa en 505 millones de euros, un hecho que sin duda preocupa a los minoristas.

El dato lo revela la Asociación para la Defensa de la Marca (ANDEMA) en su último estudio sobre el consumidor ante las falsificaciones en 2010 y ha sido publicado por Noticiero Textil hace escasas semanas. Cualquier producto es susceptible de falsificación, pero uno de los principales sectores afectados por esta tendencia es precisamente el textil. Copiar el signo distintivo de una marca para falsificar una prenda es conocido por todos como un acto de competencia desleal.

No obstante, según datos de la última encuesta elaborada por la empresa de investigación Sintra en abril de 2010, el 18% de la población se reconoce consumidora periódica de falsificaciones de marca. Estos mismos datos se recogían hace cinco años, momento en el que se registraba un gasto medio global en artículos falsificados de aproximadamente 21 euros. En la actualidad este consumo ha crecido y se sitúa en algo más de 38 euros.

La crisis económica y la diferencia de precio entre un producto auténtico y uno falsificado podrían citarse como los principales motores de esta práctica ilícita. Ante esta realidad, los comerciantes no solo pierden cuota de mercado, sino que también se ven afectadas sus exportaciones, se reducen los márgenes de beneficio y tanto la imagen de la marca como su reputación salen perjudicadas.

Defender sus derechos de propiedad industrial

Según ANDEMA, las empresas afectadas pueden llegar a invertir más del 2% de su facturación en defender sus derechos de propiedad industrial. A gran escala, los actos de falsificación perjudican la balanza comercial de un país, ya que los productos nacionales son desplazados por las importaciones, además de generar otros delitos conexos como pueden ser el blanqueo de dinero, la explotación laboral o el favorecimiento de la inmigración ilegal. Checkpoint, líder mundial en soluciones para la gestión de la pérdida desconocida, visibilidad de mercancía y soluciones de etiquetado, cuenta con una amplia variedad de opciones pensadas para luchar contra las falsificaciones.

En un primer nivel, Checkpoint presenta soluciones visibles para cualquier consumidor. Se trata de hologramas, micro textos, filamentos, numeraciones en las etiquetas o marcas de agua. Este tipo de señales en las etiquetas permiten distinguir las prendas auténticas de las que no lo son a simple vista, siempre y cuando el consumidor esté mínimamente familiarizado con la marca.

Otro tipo de soluciones, que se recogen en un segundo nivel, requieren la intervención del minorista o del propietario de la marca para su identificación, ya que requieren un dispositivo de lectura determinado para comprobar la autenticidad de la prenda. Etiquetas con hilos de infrarrojos, códigos de barras que se leen con lápices de luz ultravioleta o tintas especiales son algunas alternativas.

En un tercer nivel se encuentran las etiquetas registradas, que solo un tercero puede identificar. En este grupo de soluciones están los tejidos RFID o un tipo específico de hologramas. El artículo se puede personalizar con una secuencia numérica única, que a simple vista no se aprecia.

Pérdidas a las empresas

La combinación de estas soluciones permite que una prenda sea prácticamente infalsificable. Para analistas de este fenómeno, el mercado de las falsificaciones provoca porcentajes de pérdidas a las empresas del orden del 20% y hace que las marcas pierdan valor. De la lucha contra esta práctica ilegal depende en buena medida asegurar el balance económico del negocio del retail y poner coto a una estafa que desgraciadamente sigue muy presente y a la vista de todos.

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