Nuestro entrevistado ha respirado textil desde su infancia. Califica como «mejor decisión de su vida» su salto al mundo universitario, donde encontró la dimensión humana que echaba de menos en la empresa privada. Durante los 32 años que lleva trabajando en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) se ha dedicado principalmente a la docencia. Como director del INTEXTER, y entre otras muchas funciones, coordina las tres grandes áreas de Investigación: Medio Ambiente, Química Textil y Física Textil. El principal reto, disponer de financiación para seguir adelante.
¿Nos podría subrayar de dónde viene su vinculación con el textil?
Mi abuelo paterno era sastre, su taller estaba en un principal del Paseo de Gracia de Barcelona y fue presidente de la Sociedad de Maestros Sastres “La Confianza” de Barcelona. Mi abuelo materno era representante de tejidos de pañería. Mi padre siguió unos pocos años el oficio de sastre, pero más tarde creó una pequeña empresa familiar de fabricación de entretelas para sastrería, los famosos “sidos”. Mi tío tenia una pequeña empresa que fabricaba los “manguitos” que se utilizaban en la iluminación del alumbrado público con gas y en los conocidos fogones “camping-gas”. Los manguitos eran de tejido de punto circular con filamento de Viscosa.
En mi familia he respirado “textil” desde la infancia. No fue extraño, por lo tanto, que cuando accedí a la Universidad estudiara Ingeniería textil en Terrassa.
¿Cuál es su formación y trayectoria profesional relacionada con el sector textil?
Soy Doctor en Ingeniería Textil por la UPC. Previamente obtuve los títulos de Ingeniero Técnico Textil y Máster en Ingeniería textil. También realicé un Máster en Educación ambiental y otro sobre Gestión ambiental en la empresa.
Al terminar los estudios de Ingeniería Técnica, estuve trabajando 1 año en el departamento de calidad de una empresa de plásticos de Sabadell y posteriormente 8 años en la productora de fibras Brilén S.A. donde realizaba funciones de asistencia técnica a clientes. Allí conocí, de primera mano y con bastante detalle a las empresas más importantes del sector textil sedero y algodonero español. Un día me llamó el profesor Feliu Marsal por si quería incorporarme como docente a la Escuela de Ingeniería Técnica de Terrassa y así lo hice, ante el estupor de mi padre porque pasé a cobrar la mitad de lo que cobraba en la empresa privada. Siempre me ha gustado la docencia y en la Universidad encontré la dimensión humana que tanto echaba de menos en la empresa multinacional donde trabajaba. Ha sido la mejor decisión de mi vida.
En la Universidad terminé mi formación académica e hice oposiciones para ser Profesor Titular de Universidad. Durante los 32 años que ya llevo en la UPC me he dedicado principalmente a la docencia donde he impartido asignaturas del ámbito textil mecánico. Actualmente imparto las asignaturas de Materias textiles, Evaluación de la calidad de los tejidos y una de primero de carrera sobre Tecnologías ambientales y sostenibilidad. También he ocupado varios cargos académicos. He sido subdirector de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica de Terrassa, secretario académico del Departamento de Ingeniería Textil y Papelera y director de la Cátedra UNESCO de Sostenibilidad de la UPC.
Mi aproximación personal a la investigación ha sido más bien tardía pero muy intensa e intelectualmente apasionante.
Hablemos de INTEXTER. ¿Cuáles son sus orígenes?
El Instituto de Investigación Textil y Cooperación Industrial de Terrassa (INTEXTER), se creó en el año 1964 por acuerdo Ministerial para impulsar el desarrollo científico y tecnológico de una industria básica para la economía española de la época, la textil. Se trató, en definitiva, de una decisión vinculada al 1er Plan de Desarrollo del Gobierno de Franco. De hecho, a diferencia de los otros Institutos Universitarios de Investigación de la UPC, en su nombre figura explícitamente que, además de Investigación se dedicará a la “Cooperación industrial”, lo que actualmente denominamos “Transferencia de tecnología”.
Posteriormente cuando se creó la Universidad Politécnica de Barcelona (UPB) en el año 1971, que años más tarde pasó a denominarse Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), se hizo a partir de la confluencia de varias Escuelas de Ingeniería (de Barcelona y Terrassa, así como del INTEXTER); por lo tanto, nuestro Instituto formó parte de la matriz fundadora de la UPC.
¿Cuáles son sus principales responsabilidades como director de INTEXTER?
Además de la coordinación interna de nuestra actividad, la función principal del Director de un Instituto Universitario de Investigación como el nuestro, es representar el Centro ante nuestro entorno social, industrial y académico así como buscar complicidades institucionales necesarias para garantizar el cumplimiento de los objetivos fundacionales de nuestra Instituto, es decir la realización de una Investigación y cooperación industrial de calidad en el ámbito textil que contribuya el desarrollo de nuestro país y a la mejora de la calidad de vida de las personas.
¿Qué retos tiene actualmente el INTEXTER?
Como la mayoría de centros universitarios españoles, sufrimos el problema de la jubilación masiva de personal de plantilla y la falta de reposición de plazas que descapitaliza nuestra capacidad investigadora. En este contexto de retracción económica, durante el año 2018 hemos realizado un Plan estratégico con el fin de adaptar mejor nuestra estructura al actual sistema de investigación catalán-español-europeo. Los retos son atraer talento, aumentar nuestra masa crítica y ser más competitivos.
«La demanda de ingenieros/as textiles en España es muy elevada»
¿Con qué laboratorios y talleres cuenta el INTEXTER?
Nuestra investigación se organiza en 3 grandes áreas temáticas.
– Medio ambiente: Tenemos una gran experiencia en el control de contaminación de los efluentes textiles. El profesor Martí Crespi, anterior director del INTEXTER, fue el percusor de los estudios sobre toxicología y depuración de aguas residuales textiles en España. Hemos trabajado en una gran cantidad de proyectos de diseño, seguimiento y mejora de depuradoras textiles. En nuestros laboratorios podemos caracterizar contaminantes y proponer soluciones prácticas a problemas concretos de depuración. Hemos realizado varios proyectos europeos sobre estos temas. Actualmente estamos trabajando, también, en la contaminación producida por el desprendimiento de microfibras en el lavado doméstico de prendas.
– Química textil: Desde la creación del Instituto hemos investigado durante muchos años sobre las propiedades de las fibras de algodón y la lana. Posteriormente en la microestructura de las fibras químicas y, actualmente, de nuevo en fibras naturales, como el cáñamo o el algodón orgánico, debido a la creciente demanda de fibras biodegradables. En la parte de tintorería y acabados, además de investigar sobre la optimización de procesos industriales realizamos muchos estudios sobre medida y solideces del color, grado de blanco etc. El INTEXTER es la sede del subcomité 1 de solideces CTN-40 de AENOR y formamos parte de la representación española en la ISO en el CTN-38. En los últimos años estamos trabajando, también, en el ámbito de las microcápsulas con aplicaciones médicas y en el desarrollo de materiales compuestos biodegradables.
– Física textil: Durante varios años hemos estado trabajando para varias empresas alemanas y suizas en el desarrollo de maquinaria de hilatura. Más recientemente hemos desarrollado un sistema propio de electrohilatura para aplicaciones sanitarias que ha dado lugar a varias patentes y a la creación de una «spin-off» (CEBIOTEX) en la que participa la UPC. En los últimos años estamos desarrollado varias aplicaciones TIC para el ámbito de la moda y confección.
Para todo ello disponemos de equipamiento científico y plantas piloto donde podemos reproducir y/o simular procesos textiles a escala.
Una de nuestras fortalezas es que somos un centro de la UPC y, por lo tanto, tenemos la capacidad de incorporar todos los ámbitos de la tecnología a cualquier proyecto a través de los distintos departamentos de nuestra universidad.
Además de investigación, tenemos una gran demanda de servicios de consultoría, informes, dictámenes y peritaciones sobre defectos de fabricación, atendiendo a un centenar de empresas españolas que solicitan anualmente nuestros servicios.
La investigación, es sin duda su “leit motiv”. Hasta donde pueda, explíquenos en qué trabaja INTEXTER en estos momentos.
Detallo los proyectos más relevantes:
MORPHEOS. Proyecto europeo consistente en el desarrollo de una aplicación de teléfono móvil para determinar la talla de una prenda a partir de una foto de frente, perfil y los datos de altura y peso. Este proyecto se explicó en el número anterior de Noticiero textil.
SOMATCH. Proyecto europeo cuyo objetivo es mejorar la competitividad de las PYME de la UE en materia de diseño de prendas de vestir mediante la recopilación, definición y visualización mediante interfaces ad hoc de tendencias de moda. SOMATCH proporciona a los diseñadores estimaciones de tendencias detalladas y pronósticos de aceptación por parte del usuario.
ECUVal. Proyecto europeo consistente en el desarrollo de un sistema de depuración de efluentes textiles que contienen colorantes reactivos mediante tecnología electroquímica. Se explica en el presente número de Noticiero Textil.
ELDE. Proyecto financiado por la Generalitat de Catalunya. Se trata de una continuación del proyecto anterior consistente en la aplicación de la tecnología de depuración electroquímica para aguas residuales de otros sectores industriales. En base a este estudio se construirá un piloto para tacar el agua de la industria papelera con el objetivo de validar la tecnología en el propio proceso de producción. También se construirá un piloto “multisector”, más pequeño y versátil, que se validará en los sectores químico y de curtidos.
MICROFIBRAS. Estudio (tesis doctoral) financiado por Inditex para estudiar la problemática de las microfibras generadas en el lavado doméstico de las prendas.
CONPLUMAS. Proyecto financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad. Hemos desarrollado un material compuesto biodegradable a partir de plumas de gallina y poliácido láctico. Se aprovecha un residuo proteico rico en queratina para la obtención de láminas para aplicaciones en construcción.
CÁÑAMO. Obtención y ennoblecimiento del Cáñamo para substratos textiles. Proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, consistente en el desarrollo de un proceso químico de algodonización del Cáñamo para la obtención de hilados de mezcla Cáñamo/Algodón, como alternativa a los problemas ambientales vinculados al cultivo extensivo e intensivo del algodón.
CIRCULARIDAD TEXTIL. Proyecto financiado por la Generalitat de Catalunya para la obtención de un hilado procedente del reciclado de ropa usada.
¿Cuáles considera que son los principales retos de la investigación en España?
En los últimos años, el ítem textil prácticamente ha desaparecido de las prioridades de investigación de las convocatorias públicas de financiamiento tanto en España como en Europa.
Sólo es posible conseguir recursos para la investigación textil a través de proyectos relacionados con el medio ambiente, la sanidad o las TIC en los que haya alguna relación con el textil. Ello nos obliga a trabajar con equipos humanos multidisciplinares y polivalentes. Hoy en día es prácticamente imposible encontrar financiamiento público específico para investigar exclusivamente sobre hilatura, tisaje o tintorería.
En la mayoría de los proyectos europeos, los recursos concedidos sólo se pueden destinar a la contratación de personal y a fungible. Ya no puedes comprar equipamiento de investigación. Como mucho amortizar una parte. Las partidas presupuestarias de las administraciones para la adquisición de grandes infraestructuras de investigación textil son prácticamente inexistentes. Así es imposible renovar y actualizar los laboratorios.
El principal reto de un centro de investigación como el nuestro, es disponer de una financiación adecuada para garantizar su funcionamiento.
Los recursos públicos destinados a la investigación han disminuido de forma drástica en España. Desde 2010, los gobiernos de turno recortaron el gasto público en innovación un 70% hasta 3.000 millones, la misma cantidad que en el año 2000. En el año 2000 y en el 2010 se ejecutó el 85% del presupuesto. Se ha convertido ya en una tradición inflar la inversión en los Presupuestos y posteriormente sólo ejecutar una parte de la inversión prevista. En 2018 se presupuestaron préstamos a empresas innovadoras y sólo se adjudicó el 80%.
La inversión en I+D por habitante en España es de 302 euros anuales mientras que la media de la UE-28 es de 622.
Los países de la UE que más invirtieron en I+D con respecto a su PIB son Suecia (3,33%), Austria (3,16%), Dinamarca (3,06%) y Alemania (3,02%)
Solo Amazon invirtió 22.600 millones de euros en el año 2017, en I+D, cuatro veces más que el Gobierno español. Creo que este dato lo dice todo.
¿Se podría afirmar que somos un país puntero en investigación textil?
Históricamente España ha sido un país productor de textiles. La mayoría de la maquinaria, fibras, colorantes y productos auxiliares utilizados se han desarrollado en el extranjero. Actualmente los sectores más punteros en investigación y desarrollo textil se encuentran en las empresas de prendas deportivas de altas prestaciones, prendas de seguridad, aplicaciones sanitarias, tejidos industriales (filtros, construcción), textiles sostenibilistas, etc. Y, salvo honrosas excepciones, casi todo este tipo de empresas tienen sus centros de investigación y desarrollo fuera de España.
En España hay pocos equipos de investigación puntera en tecnología textil y la masa crítica de investigadores en este ámbito es muy pequeña.
¿Qué le pediría a la nueva Administración que gobernará España en los próximos cuatro años?
Que cumpla estrictamente con lo aprobado en los presupuestos anuales de investigación y los ejecute en su totalidad.
Que destine a la investigación al menos el 2,0 % del PIB.
Que vuelva a introducir el ámbito textil en las prioridades de investigación de las convocatorias públicas.
Que incentive más la investigación en las empresas y facilite más el mecenazgo.
¿Cuáles son las principales necesidades tecnológicas de las empresas textiles españolas?
La producción textil en España se ha reducido mucho en los últimos decenios, pero las empresas que han sobrevivido son las que han apostado por la tecnología, la especialización y el alto valor añadido de sus productos. El nivel tecnológico de estas empresas es elevado y la demostración es la elevada demanda de Ingenieros textiles que tenemos en la UPC.
La digitalización, la adaptación a la industria 4.0 y la sostenibilidad son, sin duda, los principales retos tecnológicos del sector.
Ustedes imparten formación para trabajadores del sector textil. ¿En qué campos se centra? ¿Detectan interés por parte del sector?
La Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) es la única Universidad española que actualmente imparte estudios de Grado de Ingeniería textil. En la Escuela Superior de Ingeniería Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa impartimos los tres niveles de formación de ingeniería textil (Grado, Master y Doctorado). En la Universidad Politécnica de Valencia (Campus Alcoy), se ofrece, también, los niveles de Máster y Doctorado
La demanda de Ingenieros/as textiles en España es muy elevada. La mayoría de nuestros estudiantes de Grado en la UPC ya están trabajando en el último año de carrera y no damos abasto a suministrar suficientes ingenieros a la industria. Tanto en Cataluña como en la Comunidad Valenciana el sector empresarial textil se ha volcado en el apoyo a la formación universitaria de ingeniería textil dada la gran necesidad de incorporar estos perfiles profesionales a sus empresas.
En INTEXTER impartimos el programa de Doctorado en Ingeniería textil y el Doctorado en Ingeniería ambiental de la UPC. En la mayoría de las 11 tesis doctorales que tenemos en curso, nuestros doctorandos se incorporan a trabajar en los proyectos de investigación que estamos implicados.
Desde nuestra creación en el año 1962, hemos formado a más de 50 doctores que posteriormente se han incorporado a diversas universidades españolas, portuguesas, latinoamericanas, norteafricanas o centros de investigación textil en estos y otros países.
Usted impartió la primera asignatura de sostenibilidad en la Universidad Politécnica de Catalunya. ¿Cómo ha cambiado la sensibilidad sobre esta materia desde entonces?
La asignatura fue diseñada en el marco de los objetivos de la Agenda 21 de la Cumbre de Rio de 1992 donde se hablaba de la necesidad de “reorientar la educación hacia el desarrollo sostenible”. La caída del muro de Berlín en 1989 generó un optimismo institucional y la creencia que los recursos destinados hasta entonces a la guerra fría se podrían destinar a medio ambiente y cooperación al desarrollo. Ello dio lugar, durante la década de los 90 del siglo XX, a una efervescencia de bien intencionadas cumbres internacionales que basaban sus propuestas en esta creencia.
Hace 20 años, no fue fácil introducir contenidos humanísticos propios de la sostenibilidad en una Universidad Politécnica y en un formato no presencial en una Universidad presencial como la nuestra. Se trataba de una asignatura que podían cursar todos los estudiantes de la UPC desde su casa y llegamos a tener 1.000 estudiantes al año. Ello nos generaba bastantes problemas logísticos para los que nuestra Universidad, entonces, no estaba preparada.
Con la aplicación del Plan Bolonia, la asignatura se reconvirtió a un formato presencial como obligatoria para todos los estudiantes de Grado de Ingeniería. Esto fue un éxito puesto que antes del 2000 era impensable que en una Universidad Politécnica hubiera una asignatura obligatoria de sostenibilidad al mismo nivel que álgebra, cálculo, física o química.
Llegó la crisis económica y la asignatura se mantuvo, pero los recortes, como en otras instituciones, afectaron también a las políticas institucionales de sostenibilidad, que se vieron muy reducidas.
Hemos avanzado mucho en la sostenibilización curricular, pero nos queda todavía mucho camino para recorrer.
¿Cuál debería ser la relación lógica entre el textil y la responsabilidad medioambiental?
Actualmente la industria textil es, después del petróleo, el segundo sector industrial más contaminante del mundo. Las emisiones de gases de efecto invernadero de este sector, por ejemplo, son mayores a las emitidas por la aviación y el transporte marítimo juntos. Sin embargo, esta incontestable realidad se debe, en buena medida, a una mala praxis. Hoy en día hay tecnología suficiente para depurar las aguas residuales textiles y obtener productos textiles mucho más limpios.
La solución pasa por el ecodiseño, es decir la concepción de los productos textiles teniendo en cuenta todo su ciclo de vida. Es necesario diseñar una camisa pensando en cómo se va a reutilizar o reciclar al final de su vida útil. Hasta ahora hemos diseñado pensando en el precio, la estética o la funcionalidad. Unos tejanos de algodón 100 % son fácilmente reciclables. Si le añadimos un 2 % de fibra elastómera, el pantalón será más cómodo, pero tendrás un problema si quieres reciclarlo. Los materiales compuestos tienen habitualmente unas propiedades de uso espectaculares pero su reciclabilidad es casi nula y, por lo tanto, no se puede cerrar el ciclo.
Los retos tecnológicos para afrontar estos problemas utilizando la lógica de la sostenibilidad son apasionantes.
El futuro pasa por un sistema de responsabilidad ampliada bajo el principio europeo de que “quien contamina paga”; en definitiva, deberá pagarse para gestionar la limpieza de la contaminación. De la misma manera que los fabricantes de envases, de neumáticos o de aceite de automoción pagan para la gestión ambiental de estos residuos, lo mismo sucederá en el textil. Una parte del precio de venta de un producto textil será el coste de la gestión ambiental de este producto cuando finalice su vida útil. Nos tocará internalizar las externalidades.
De la misma forma que hace años, con la polémica de los trasvases se asumió la nueva cultura del agua, será necesario también una nueva cultura de la moda que supere la insostenible «fast-fashion». Se avecinan importantes cambios de paradigma ambiental en el sector textil.
«Hay tecnología suficiente para obtener productos textiles más limpios»
¿El textil español aprueba en materia de sostenibilidad?
Si miramos hacia atrás nos daremos cuenta de la magnitud de nuestros avances, pero si miramos hacia delante veremos el largo y duro camino que todavía nos queda por realizar.
Las empresas son conscientes que tienen que incorporar a fondo la cultura sostenibilista en su praxis diaria. Ello se ve incentivado por una creciente demanda de productos textiles sostenibilistas debido a la mayor exigencia de los consumidores.
Sin embargo, no hay que olvidar que la sostenibilidad es por encima de todo una demanda ética, no únicamente una oportunidad para mejorar la competitividad de nuestra empresa.
La economía circular es uno de los ejes de la sostenibilidad. ¿En qué punto se encuentra el textil español en este asunto?
La industria textil ha sido, de toda la vida, uno de los sectores recicladores por antonomasia. No por conciencia ambiental sino por oportunidad. Ello ha dado lugar a un sector industrial específico: el de los regenerados. En Olot y Alcoy se concentraba la mayor parte de este sector que aprovechaba los residuos generados por el textil de cabecera y confección. La disminución de la producción textil española ha reducido la generación de estos residuos que dificulta la viabilidad de estas empresas.
La tecnología textil de los regenerados es muy solvente y conocida. La hilatura «open-end» ha contribuido, sin duda, a su desarrollo.
En España, cada año, tiramos 900.000 toneladas de textiles a los basureros. Esta malversación de residuos (porque en realidad son recursos) es imperdonable. La potencialidad de circularidad de los residuos textiles y de la ropa usada es enorme. El hecho que próximamente África ya no acepte ropa de segunda mano europea, la prohibición de incinerar los excedentes de las colecciones de moda y los cambios normativos que obligarán a aumentar la recogida de la fracción textil en los de residuos municipales abrirá grandes expectativas de negocio en este sector durante los próximos años.
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¿Qué nos puede adelantar de la 2ª Jornada “Industria textil y Sostenibilidad” que desarrollarán el próximo 7 de junio?
Acabamos de lanzar la convocatoria de esta segunda Jornada. El programa tiene tres partes: una primera de análisis y reflexión sobre los retos actuales en sostenibilidad textil: economía circular, reciclado de ropa, certificación ambiental; una segunda donde se mostrarán los proyectos sostenibilistas en los que estamos trabajando en el INTEXTER y un tercera donde se expondrán experiencias de éxito de empresas textiles en el ámbito de la sostenibilidad como Hilaturas Ferre, la empresa de moda H & M, y los diseñadores de Back to Eco.
Para más detalles de programa e inscripciones pueden consultarlo en la página web: https://www.upc.edu/intexter/ca/jornada-industria-textil-sostenibilitat
¿Sera el textil técnico, en el futuro, la única posibilidad de salvar el sector en Europa?
Las empresas textiles donde hay mayor nivel tecnológico y demanda de ingenieros e incluso perfiles de investigación y desarrollo se encuentra, sin duda, en los textiles técnicos y en especialidades de textiles convencionales. Los productos fabricados por estas empresas tienen un mayor valor añadido, margen comercial y representan actualmente más del 40 % del sector textil europeo.
Más de la mitad de nuestros alumnos se emplean en este sector.