En el mundo del marketing, el Boomerooming es un proceso de compra que se está extendiendo entre los consumidores online en los últimos tiempos y que proviene de la que yo llamo (y otros) revolución digital. El comercio electrónico permite a los consumidores buscar productos online, acudir a una tienda física a comprobar cómo es el producto y, finalmente, lo compran en Internet al mejor precio (o en la página que mejores condiciones ofrezca, no siempre tiene que ser la de menor precio). De eso trata el boomerooming.
Efectivamente se trata de un efecto “boomerang“, en el que el comercio físico sale perdiendo. Internet nos permite buscar los productos que nos interesan en Internet e, incluso, saber qué tiendas físicas lo ofrecen. Así, podemos llegar a la tienda para tocar y probarnos el producto, o simplemente saber qué características tiene in situ. En vez de comprarlo ahí mismo, esperamos a llegar a casa para comprar condiciones y precios y así mejorar nuestra elección.
Las consecuencias, como en el caso del showrooming (otro proceso que penaliza al comercio físico), son nefastas para las tiendas que solo venden offline ya que ellas realizan el servicio y después son otros los que materializan la compra. En este caso, podemos decir que las tiendas físicas son las pagafantas y las tiendas online son “las que se llevan finalmente al chico/a“. Aunque es una nueva forma de comprar que resta ventas al comercio tradicional, esto no quiere decir que no vayan a vender nada más, únicamente es un mordisco más que se le da a su cuota de mercado.
La supervivencia del comercio tradicional depende de varios factores. Os dejo algunas recomendaciones:
Tener presencia en Internet con tienda online, redes sociales, etc. Así puedes atraer a tu tienda a quienes buscan tus productos en la red (quién sabe, quizás te compren a ti porque no puedan esperar a tener el producto) y, lo más importante, das la oportunidad al consumidor para que te tenga en cuenta en esa comparación online. Además, define claramente en tu web tus productos, tus precios y, sobre todo, tu servicio y aquello que te diferencia.
Refuerza tu servicio. El servicio es muy importante en las tiendas físicas (más aún para las pymes). Si das un servicio importante, quizás seas tú el elegido.
Elimina productos no competitivos. Elimina los productos en los que no seas competitivo y ofrece productos que requieran de una compra física o inmediata. No dejes que productos no rentables lastren tu negocio.
Ofrece ventajas a los indecisos. Si ves que un cliente está indeciso, puede que esté haciendo showrooming o boomerooming. Ofrécele ventajas para que lo compre ya: descuento por comprar ahora o en su próxima compra, servicios adicionales (devoluciones, postventa…), etc.
Ajusta tus precios no solo a tu competencia física, también a la online. Estar pendiente de los movimientos de tu competencia en Internet es clave. Hay muchas pymes que siguen obviando la competencia que tienen en Internet, lo que las está dejando fuera de juego.
Aunque el showrooming y el boomerooming (y otras prácticas similares) pueden hacer disminuir las ventas de los comercios físicos, no significan su muerte. Se puede combatir y, además, el comercio físico siempre tiene la posibilidad de ofrecer un servicio inmediato y una experiencia de compra que las tiendas online tienen muy difícil igualar. Eso sí, no conviene dormirse y hay que adaptarse a los nuevos tiempos del comercio que marca la revolución digital que estamos viviendo y que avanza cada vez más deprisa.