La compañía alcanza los 70 años de trayectoria. La historia de Punto Blanco se inicia en 1948 cuando dos emprendedores de Igualada (Barcelona), los hermanos Pere y Manuel Valls, descendientes de un linaje con fuerte tradición en el mundo textil, crean Industrias Valls, la empresa que empieza a fabricar los calcetines con la marca Punto Blanco.
Los calcetines que se fabrican en Igualada serán pronto conocidos por su calidad y por la innovación que en cada momento aporta la marca. De esta forma, Punto Blanco se convierte en líder del mercado español de calcetines.
Opera en todo el mundo con una distribución en más de 40 países y, adaptándose al mercado, opta por la multicanalidad: e-commerce, tiendas propias, detallistas, mayoristas, grandes almacenes, cadenas-franquicias o teléfonos móviles.
Desde su central en Igualada, donde se ocupan del diseño de producto, comercialización, marketing y distribución, Punto Blanco sigue lanzando, cada temporada, sus colecciones de calcetería, moda íntima y baño.