La Federación de Industrias del Calzado Español (FICE) exige a la inspección de Trabajo que deje de poner trabas en torno a la figura del trabajador fijo discontinuo en la industria del calzado. Tal y como ha explicado el letrado de FICE, José María Escrigas, “en el sector existe una profunda preocupación por la problemática que los contratos fijos discontinuos están generando en las empresas y las consecuencias negativas que está teniendo para su competitividad y supervivencia”.
La secretaria general de FICE, Marián Cano, advierte que esta situación límite en la que se encuentran las empresas se va a traducir irremediablemente en despidos. “Durante los últimos años, las empresas de la industria del calzado se han enfrentado a constantes aumentos en los costes laborales. Estos excesivos incrementos han perjudicado seriamente nuestra capacidad para competir en un mercado cada vez más desafiante. La pérdida de competitividad resultante amenaza la viabilidad de nuestras empresas y pone en peligro el empleo de miles de trabajadores; de hecho, ya se está dando un continuo goteo de despidos”, señala.
La política que se está llevando desde el Gobierno con los contratos fijos discontinuos elimina la necesaria flexibilidad que una empresa de calzado requiere para adaptarse a las cambiantes temporadas
La política que se está llevando desde el Gobierno con los contratos fijos discontinuos elimina la necesaria flexibilidad que una empresa de calzado requiere para adaptarse a las cambiantes temporadas. “La imposición de restricciones y regulaciones rígidas obstaculiza nuestra capacidad para gestionar de manera eficiente y rentable los ciclos estacionales, lo cual pone en riesgo nuestra supervivencia en un mercado cada vez más volátil y demandante”, asegura Escrigas, quien añade que “si el Gobierno persiste en implementar estas políticas, nos vemos obligados a enfrentar una realidad preocupante: los despidos y el cierre de fábricas. Esto no solo tendría un impacto negativo en la industria zapatera, sino también en la economía en general y en las comarcas donde nuestras fábricas se encuentran arraigadas”.
En esta misma línea se pronuncia la secretaria general de FICE, quien señala que “instamos al Gobierno a que reflexione y reconsidere estas políticas laborales que afectan gravemente a nuestra industria, ya que no debemos olvidar que la propuesta de reducción de la jornada laboral también perjudica seriamente a las empresas que atraviesan un momento complicado como consecuencia de la caída del consumo y la situación geopolítica internacional”.
“Solicitamos encarecidamente que se promueva un diálogo constructivo entre todas las partes involucradas para encontrar soluciones que promuevan un equilibrio entre la protección de los trabajadores y la necesidad de mantener la competitividad y flexibilidad que nuestra industria demanda”, concluye Cano.