Ante la actual situación de turbulencias en el ámbito del comercio internacional y de aumento del proteccionismo, amec pone en marcha una estrategia defensiva para las empresas exportadoras dirigida a alertar sobre los nuevos riesgos y de atención sobre el aprovechamiento de las nuevas oportunidades que ofrecen los nuevos escenarios.
En este sentido, ha activado un servicio de alertas & oportunidades, el desarrollo del Observatorio Internacional y forma parte de la Comisión Consultiva de Negociaciones Comerciales Internacionales del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, además de promover e integrarse en la nueva Oficina Técnica de Barreras a la Internacionalización de la Generalitat de Catalunya. El objetivo de amec es tener previsión y anticipación frente a los nuevos escenarios, aprovechar las oportunidades y la resolución de conflictos cuando se generan.
Mientras la guerra comercial liderada por EEUU y con múltiples consecuencias capitaliza las informaciones que reciben las empresas, paralelamente y como respuesta muchos países han realizado movimientos a nivel unilateral en pro del libre comercio que ofrecen nuevas facilidades. Un ejemplo es el tratado de libre comercio de la Unión Europea con el Mercosur. Tras abordarse en 2004 y tras 35 rondas de negociación sin resolverse, se han acelerado las negociaciones para buscar salidas ante el escenario de guerra comercial que plantea la administración estadounidense.
De igual forma, fruto de las trabas de la administración de Donald Trump, se ha llegado al acuerdo para la actualización del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México. Asimismo, tras la firma del acuerdo de libre comercio entre la UE y Corea del Sur la respuesta de Japón, que no quiere quedar al margen, ha sido inmediata, y ya ha declarado que desea firmar un acuerdo para poder comerciar de forma más preeminente con Europa.
“Muchos países han tomado medidas unilaterales, que es preciso conocer para poder aprovechar al máximo”, explica el director general de amec, Joan Tristany. Una muestra de que las empresas no conocen todos los beneficios de muchos acuerdos comerciales es que “pese a las ventajas que presenta el actual acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos en reducciones arancelarias, nos encontramos con que muchas empresas no las aprovechan”, revela Tristany.
De igual forma, es necesario saber identificar los cambios antes de que se produzcan, como la entrada en vigor del “import income tax” en Indonesia, un gravamen arancelario a cargo del importador y adicional a los habituales aranceles a la importación, o la prohibición en Argelia de la financiación por parte de los bancos locales de algunos productos importados.
En este sentido, el Gobierno argelino aprobó recientemente una lista concreta de productos afectados que, pese a haberse publicado unos días antes de la entrada en vigor, importantes empresas españolas enviaron contenedores de esos productos hacia el país que luego tuvieron que devolverse a su destino. “De haber sido informadas con tiempo suficiente las compañías podrían haberse anticipado”, remarca Tristany.
Es por ello que amec reclama a la vez a las administraciones que allí donde tengan presencia en los países destino faciliten de forma efectiva la información referente a la situación del comercio hacia las empresas y organizaciones.
Reformulación necesaria de la OMC
Por otro lado, las medidas unilaterales de EEUU han colocado en situación de crisis a la Organización Mundial del Comercio. Para amec, “esta situación obliga a la reformulación de este organismo, puesto que el árbitro ya no tiene capacidad de acción. Es necesario reformular la OMC con nuevas normas para regular las diferencias que no sean bloqueables”. amec valora que la nueva OMC, además de nuevos poderes, se esté replanteando incorporar visiones sobre efectos medioambientales, sociales, y considerar los intereses de las pymes como elemento relevante.