Escodi ha planteado una encuesta abierta sobre los hábitos de consumo durante esta época y las tendencias del consumidor una vez el comercio vuelva a abrir.
Después de cinco semanas de confinamiento con la mayor parte de las tiendas físicas -a excepción de las de servicios básicos- con las persianas bajadas, y ante el anuncio de planes para iniciar un cierto retorno a la normalidad.
La encuesta, en la que han participado 704 personas, y que ha sido dirigida por el profesor en Psicología del Consumo, Albert Vinyals da un resultado claro: el 75% de los participantes asegura que quiere que se reduzca el consumismo y más del 60% se está replanteando sus necesidades.
Vamos hacia un consumo más responsable y austero derivado de la voluntad del consumidor de replantearse sus necesidades y prioridadeS
La profunda crisis económica que ha originado la pandemia de la COVID19 subyace en la argumentación de la voluntad de reducir el consumo en el futuro inmediato, pero también tiene un peso específico en el alto porcentaje de las respuestas en este sentido, la aspiración a contribuir a preservar el medio ambiente con un consumo más moderado (70%). Y eso, a pesar de que cuando se pregunta a los encuestados sobre que hará la sociedad en general en relación al consumo, no lo tienen tan claro, puesto que el 42% cree que todo seguirá igual y el 41% que las cosas cambiarán.
Compra online
Las medidas sanitarias y el confinamiento han supuesto, a lo largo de estas cinco semanas, incrementos muy significativos de la compra online de productos de gran consumo. La incorporación de la generación silenciosa -la de más edad- al ecommerce ha contribuido a este incremento. No obstante, en cifras globales la venta online también ha registrado un descenso durante el periodo de tiendas cerradas, especialmente en todo aquello que no se consideran productos de primera necesidad.
Se prevé un impulso de la tienda física y el comercio de proximidad
Curiosamente, en la encuesta de Escodi el 42% de los participantes asegura que comprará menos online cuando acabe la alerta sanitaria y sólo un 17% afirma que comprará más a través de las plataformas digitales del que lo hacía antes del confinamiento.
Albert Vinyals interpreta estas cifras como la voluntad del consumidor a reencontrarse con gente en el proceso del consumo, lo que puede comportar un “impulso” de la tienda física y el comercio de proximidad, como mínimo en los primeros tiempos. “La compra online continuará creciendo en el futuro, en relación con la situación anterior al confinamiento, porque mucha gente mayor ha aprendido cómo hacerla”, asegura Vinyals.
Cuestión de precio
El precio continuará teniendo un peso específico en las opciones de compra post COVID19. Todo apunta al hecho que crecerá la compra de marcas blancas y lowcost, especialmente por la crisis económica, pero en la encuesta, un 22% de los participantes ha asegurado que evitará los productos baratos y que compensará el coste más elevado con austeridad en el consumo.
Y es que analizando la situación laboral de los encuestados se tiene que destacar que un 24% de los mismos está actualmente afectado por un ERTE y sin trabajar, un 42% hace teletrabajo y un 18% realiza trabajo presencial. Durante el confinamiento, uno de cada cuatro de los encuestados se han quedado temporalmente sin trabajo cuando, antes del confinamiento, sólo uno de cada diez estaba al paro.
El consumo durante el confinamiento
La encuesta de Escodi también ha analizado las tendencias de consumo durante el periodo de confinamiento. Lo que más ha bajado es la compra de ropa -solo un 1% ha manifestado que ha comprado más ropa durante este periodo- seguido de electrodomésticos, complementos para el hogar y electrónica.
También ha caído la compra de alcohol, a pesar de la subida de ventas a los supermercados, porque al cerrar la restauración el consumo global ha sido menor. Solo el 8% asegura comprar más, mientras el 28% en compra menos. Y es que los hábitos se han visto ampliamente modificados por el alerta sanitaria. Así, ahora, los encuestados cocinan más, limpian más la casa, hacen repostería o bricolaje, o simplemente se aburren. Y han dejado de dedicar tiempo y dinero al cuidado personal (como la peluquería o los masajes y la cosmética) y la higiene personal.
Lo que más ha bajado es la compra de ropa: solo un 1% ha manifestado que ha comprado más ropa durante este periodo
Del mismo modo se ha incrementado el consumo de medios audiovisuales, especialmente vídeollamadas y el uso de internet (un 75% ha incrementado este consumo) y han bajado los consumos tradicionales de TV, radio, prensa escrita y música en formato físico. Lo que más se ha dejado de consumir es la prensa en papel.
A estas alturas el 87% de los encuestados declara un estado de ánimo peor que antes del confinamiento; un 27% han mejorado su relación con la familia, mientras que con los amigos solo ha mejorado su relación un 8%. Asimismo, un 89% asegura que su situación económica es igual o peor que antes del 13 de marzo.
Cambio forzado de modelo
En opinión del responsable de la encuesta, ésta refleja un cambio forzado de modelo por las circunstancias. “Vamos hacia un consumo más responsable y austero derivado de la voluntad del consumidor de replantearse sus necesidades y prioridades, no solo por cuestiones económicas evidentes, sino también por una mayor concienciación sobre la necesidad de preservar el medio ambiente. Un consumo omnicanal que no tiene que estar enfrentado al comercio de proximidad, sino que éste tiene que estar presente también en el canal digital”, concluye el comunicado.