La Confederación de la Industria Textil (TEXFOR) apunta que 2018 será recordado como un año de transición para el textil, con la mirada puesta en la cuarta revolución industrial y los retos en economía circular y sostenibilidad.
En esta coyuntura de transición y de incertidumbre económica -con una contracción del consumo prevista en torno al 2%- el número de empresas del sector se mantiene en 3.600 y la cifra de negocios superará los 6.100 millones de euros frente a los 5.852 registrados en 2017. Por su parte, el número de trabajadores crece un 2% superando los 47.000.
En el ámbito laboral destaca la firma del Convenio Extraestatutario del Textil y de la Confección entre patronales y UGT, que recoge incrementos del 2% en los salarios.
“La propia naturaleza heterogénea del textil permite hablar, además, de distintas velocidades dentro del sector. En general los textiles técnicos han tenido un mejor comportamiento durante el año en comparación a los empleados para la moda y el hogar. Así pues, el sector mantiene el pulso en un año marcado por la volatilidad, las dudas sobre la marcha de la economía y los cambios en los hábitos de consumo”, subrayan.
Encuesta a los empresarios del sector
En este contexto de incertidumbre, los datos obtenidos por la encuesta anual de coyuntura que Texfor realiza a empresarios del sector reflejan un curso desigual en el textil. Y es que la percepción de los empresarios muestra una gran diversidad de opiniones sobre el momento del sector, que se divide en tres grandes corrientes sobre la evolución de 2018. Mientras el 42% de los encuestados afirma que 2018 ha sido peor que el pasado año, el 33% asegura que ha sido igual y el 25% restante cree que ha sido mejor.
La mayoría de empresarios con los que Texfor se ha puesto en contacto sí han coincidido en señalar que el mercado interno ha sido el que ha tenido un peor comportamiento a lo largo de 2018 seguido del conjunto de la UE. Por el contrario, los mercados de terceros países han registrado una evolución más positiva.
Ralentización del comercio exterior
El comercio exterior, punta de lanza del sector, también ha pisado el freno durante el presente año. El ritmo de las exportaciones se ha moderado en comparación con los ejercicios anteriores con un incremento estimado cercano al 1%. Las previsiones indican que el volumen total de las ventas en el extranjero será de 4.500 millones de euros con la UE como principal destino, seguida de Marruecos y Turquía.
Las ventas destinadas a mercados extracomunitarios han registrado por su parte fuertes crecimientos liderados por Corea del Sur (100%), Bangladesh (70%), Cuba (36%), China (20%) e India (11%).
En el capítulo de importaciones, éstas han caído un 3% durante 2018 marcadas por la caída del consumo. Los principales proveedores internacionales de la industria textil española son China, que representa el 23% de las compras en el exterior, Italia (11%) y Turquía (7%).
Retos y perspectivas de futuro
El consenso general habla de un modelo en vías de agotamiento, en el que el futuro pasa necesariamente por la economía circular, la sostenibilidad y la digitalización. La reinvención del sector en esta dirección es irreversible e implica cambios profundos a todos los niveles de la cadena de valor.
Entre los retos más inmediatos, el textil se enfrenta a un aumento importante en los costes de producción, principalmente en materia energética, laboral y de productos químicos industriales debido a la nueva normativa del Reach.
En el aspecto laboral, el sector debe hacer frente a la falta de personal técnico cualificado y de ingenieros, así como al envejecimiento de las plantillas. “El textil debe continuar reivindicando y fortaleciendo su papel en el conjunto de la economía como uno de los sectores más dinámicos, innovadores y punteros de nuestro país. España debe destacar su papel como potencia mundial en el sector textil, cuyas empresas son líderes y compiten al más alto nivel en el panorama internacional”, apuntan desde Texfor.
Según coinciden la mayoría de empresarios encuestados por Texfor, las perspectivas para 2019 son mejores en comparación a la marcha registrada durante 2018. Así lo reflejan los principales indicadores en la recta final de 2018, con avances en el ritmo de creación de nuevas empresas, en la cifra de negocios, en el número de trabajadores y en los precios industriales.