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Los consumidores de moda ya no se agrupan por sexo o por poder adquisitivo, sino por comunidades mucho más transversales, con valores y estilos de vida compartidos. La nueva forma de segmentación y las experiencias de marca interactivas han sido algunos de los aprendizajes del proyecto Fashion Trend Tour Seúl, la misión empresarial organizada por la Generalitat de Catalunya, a través del Consorcio de Comercio, Artesanía y Moda de Catalunya (CCAM) y el Clúster Catalán de la Moda, MODACC.

El objetivo del retail tour ha sido facilitar la adquisición de nuevos conocimientos con el fin de inspirar conceptos innovadores aplicables a los productos y servicios de las marcas de moda catalanas. En este contexto, las empresas participantes, como Sita Murt, Boboli, Yerse, ESDi (Escola Superior de Disseny), Munich, Mango y Simorra han tenido la oportunidad de visitar marcas pioneras en Corea del Sur, como Adererror en moda, Tamburins en perfumería o Gentle Monster en gafas.

Durante estas visitas, las empresas participantes han conocido de primera mano las estrategias que estas marcas ponen en práctica para definir y comunicar su identidad mediante el arte del storytelling. Además, también han visto cómo estas marcas consolidan y refuerzan su identidad a través de la creación de espacios de interacción con los consumidores.

En la actualidad, Corea del Sur destaca por ser una de las principales economías mundiales, impulsada por importantes conglomerados empresariales del país, como Samsung, Hyundai, LG y SK Group, reconocidos internacionalmente por su excelencia en tecnología, electrónica de consumo y automoción. El impacto de estas empresas se refleja en diversos sectores, incluyendo la moda, donde la presencia de la tecnología es omnipresente en los puntos de venta, ya sea mediante pantallas, dispositivos o robots, facilitando y acompañando los procesos de interacción entre marcas y consumidores.

Durante la misión empresarial han podido observar cómo, a diferencia de España, el descuento en Corea del Sur no tiene un papel esencial, y las promociones no son constantes en los puntos de venta. Sorprendentemente, el precio no es el principal motivador de compras; en cambio, los atributos del producto, la marca, la experimentación y la narrativa son más relevantes en el proceso de venta en Seúl.

Otra de las lecciones aprendidas, con potencial de aplicación en el mercado europeo, es la colaboración frecuente entre marcas nuevas y aquellas con una rica historia y prestigio. Estas alianzas, concretadas a través de acciones conjuntas de promoción y venta, tienen un impacto extremadamente positivo en los consumidores.

Por otra parte, en la cultura coreana, el acto de regalar se convierte en una destacada oportunidad de consumo, por lo que las marcas generan una amplia oferta de productos diseñados específicamente para regalar a terceros. Esta perspectiva ofrece inspiración para que las marcas catalanas puedan responder de manera más efectiva a estos momentos destacados de consumo.

Finalmente, también se observó que la sostenibilidad no es una preocupación central entre los consumidores coreanos. A diferencia de la tendencia europea, las propuestas sostenibles no ocupan un lugar central en el discurso de la mayoría de marcas surcoreanas.

«Este contraste subraya el liderazgo continuo de Europa en la promoción de la nueva economía circular en la industria global de la moda. Estas conclusiones resaltan la necesidad de adaptarse a las dinámicas del mercado surcoreano y explorar estrategias innovadoras para satisfacer las preferencias y comportamientos de los consumidores en este entorno comercial único», concluyen desde Modacc.

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