TerraCycle, compañía especializada en el tratamiento de residuos difíciles de reciclar, pone en marcha Zero Waste Box. El programa pone a disposición de tiendas, negocios y empresas cajas para reciclar textiles y ropa en mal estado que no se pueden ni donar ni reciclar de forma convencional y así evitar que acaben en los vertederos.

La iniciativa facilita a estos negocios la recogida colectiva de ropa de calle, lencería, textiles para el hogar o tejidos para interiores y exteriores y darles una segunda vida. Por su composición y mezcla de materiales, estos artículos son considerados «difíciles de reciclar» y no pueden reciclarse a través de los sistemas de reciclaje convencionales. De este modo, los negocios pueden dar una segunda vida a productos que anteriormente terminaban en el vertedero o incinerados.

La ropa y textiles recogidos con Zero Waste Box se envían al centro de procesamiento, donde se tritura, se lava y se seca

Maricarmen Barragán, portavoz de TerraCycle en España, asegura: “Con la colaboración de tiendas, comercios y empresas de toda España, marcaremos una diferencia significativa y podremos avanzar hacia un futuro mucho más sostenible. Zero Waste Box, que ahora ponemos en marcha en España, ha sido muy bien recibida y ha obtenido una respuesta positiva en numerosos países, como Francia y UK. Zero Waste Box es una herramienta útil y muy accesible para que negocios y comercios promuevan todavía más su compromiso con el reciclaje y el medio ambiente”.

Zero Waste Box: reciclar lo “no reciclable”

Tiendas, comercios y empresas que quieran dar una segunda vida a ropa, lencería, textiles para el hogar o tejidos para interiores y exteriores pueden incorporar en sus establecimientos cajas de Zero Waste Box para recoger estos residuos y que su comunidad tenga un punto de referencia para depositarlos. Para obtener las cajas, los centros deben escoger en la web de TerraCycle el residuo que quieren reciclar.

La ropa y textiles recogidos con Zero Waste Box se envían al centro de procesamiento, donde se tritura, se lava y se seca. El material que sobra se utiliza para rellenar colchones y como aislante, entre otros usos.

“Para sumarse a esta iniciativa los negocios deben hacer un gasto mínimo de 1.000 euros que permite comprar 10 cajas. El precio incluye el transporte, la recogida y el proceso de reciclaje de los materiales”, concluyen desde la empresa.

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