La marca de moda holandesa Scotch & Soda ha anunciado la quiebra de sus empresas en Países Bajos, aunque sus operaciones internacionales se mantienen intactas.
La conocida marca de moda Scotch & Soda ha decidido declarar en quiebra sus entidades fiscales en los Países Bajos, según un comunicado emitido por la compañía. Los tribunales de Ámsterdam y Haarlem han confirmado la situación de bancarrota para todas sus entidades holandesas.
Entidades afectadas por la quiebra
La decisión afecta a Scotch & Soda Group B.V., Scotch & Soda Retail B.V., Scotch & Soda E-commerce, Scotch & Soda Holdings B.V., Scotch & Soda B.V. y Scotch & Soda Export B.V. Sin embargo, no tiene impacto en las entidades fuera del país, que continúan operando normalmente.
Buscando soluciones para mantener las tiendas abiertas
El abogado Jasper Berkenbosch, de Jones Day, ha sido nombrado administrador concursal para gestionar el proceso de quiebra. A pesar de la situación, la compañía busca continuar con sus actividades en el país y mantener abiertas sus tiendas, mientras el administrador concursal busca una solución permanente que beneficie a todas las partes involucradas. Los 32 establecimientos de Scotch & Soda en 21 ciudades holandesas permanecerán abiertos de momento.
Causas de la quiebra y planes futuros
La marca ha explicado que esta decisión de declararse en quiebra se ha vuelto inevitable tras una serie de eventos que han agravado sus problemas de liquidez. A pesar de haber obtenido ingresos récord de 342,5 millones de euros en el último año fiscal, la pandemia afectó negativamente sus resultados empresariales y a su salud financiera durante dos años, siendo el último confinamiento en Países Bajos a finales de 2021 y principios de 2022 especialmente perjudicial.
Esta situación se vio agravada por la caída en la confianza del consumidor debido a la guerra en Ucrania, la crisis energética resultante y las altas tasas de inflación que siguieron. Desde junio de 2022, la empresa ha lidiado con graves problemas de flujo de efectivo y ha requerido apoyo constante de sus prestamistas y accionistas. Desafortunadamente, estos no pudieron brindar más financiación y no se pudo completar la venta de la compañía a un nuevo accionista a tiempo. Ahora, la empresa se centrará en encontrar un nuevo comprador que permita refinanciar a la compañía.
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