Es innegable que el sector textil ha cambiado enormemente tras la llegada de la pandemia. El informe El comercio textil en cifras, publicado por ACOTEX en los últimos días, refleja que el 2021 fue un año más adverso de lo previsto para la industria, con una caída del 16,17 % de su facturación. El número de empleados y comercios dedicados a la moda, lamentablemente, también ha descendido.
¿Qué puede explicar esta situación? El coronavirus ha sido determinante para este sector. El cierre de los comercios en 2020, seguido por las posteriores restricciones en cuanto a reuniones sociales y celebraciones, ha hecho que los consumidores españoles reduzcan el gasto que destinaban habitualmente a la ropa y accesorios.
2022 nos ha devuelto una realidad más cercana a la realidad que conocíamos en 2019. La pandemia parece estar “controlada” y con el regreso de las celebraciones, todo parecía prever que la normalidad también iba a volver al sector textil. Sin embargo, las circunstancias externas a la industria, como la guerra de Ucrania o la subida de precio de los combustibles, hacen difícil afirmar que la recuperación del sector se vaya a hacer efectiva en este año.
«Reconstruir una industria textil sólida es posible si contamos con una nueva generación capaz de liderar este proceso»
No obstante, la coyuntura actual puede ser una oportunidad para reorganizar la industria textil, un sector cuya presencia en España quedó muy reducida a principios del siglo XXI. El cierre de fronteras a inicios de 2020 y la inestabilidad de los mercados internacionales han hecho que muchas empresas quieran traer sus talleres a España. Para que este retorno sea un éxito, es necesario contar con una industria preparada para poder afrontar esta alta demanda.
En este camino, tiene mucho que ver la Formación Profesional. Durante años, esta opción educativa ha sido enormemente devaluada en favor de las carreras universitarias. Sin embargo, el interés por esta opción educativa ha crecido en los últimos años, afortunadamente. La administración también ha cambiado su posición al respecto. De hecho, recientemente se ha anunciado que se van a destinar cerca de 400 millones de euros para el Plan de Modernización de la Formación Profesional.
Como ocurre en otros sectores, en la industria de la moda son muchas las empresas que se están encontrando con el contratiempo de no encontrar profesionales para desempeñar tareas fundamentales.
En el caso de nuestro sector, el mayorista, hay muchos negocios que en un futuro tendrán que cerrar, ya que no hay un relevo generacional que pueda mantenerlos activos. Es por ello, que es crucial que se apoye y refuerce la formación en este tipo de oficios. En primer lugar, porque es muy probable que quien se decante por ellos tengan trabajo casi asegurado. Reconstruir una industria textil sólida es posible si contamos con una nueva generación capaz de liderar este proceso.
Las cifras negativas de 2020 y 2021 nos tienen que hacer reaccionar. La industria textil española tiene un enorme potencial y unas grandes posibilidades de crecimiento, siempre y cuando se apoye y respalde desde todos los ámbitos: la propia industria, administraciones nacionales y regionales, sector educativo y consumidores. Formar a una nueva generación, preparada y capacitada para desempeñar las nuevas necesidades del sector, será clave para conseguirlo.
Este artículo se publicó originalmente en la revista Noticiero Textil del mes de junio.