A punto de cerrar el año 2015, es momento de valorar cómo se ha comportado este ejercicio para el sistema de franquicias.
En este sentido, la conclusión principal que podemos extraer es que se está remontando el vuelo; si a nivel general la economía inicia una etapa de recuperación, en el mundo de la franquicia ya se puede constatar que todas las variables indican un retorno a la senda del crecimiento, aquella por la que transitábamos allá por 2008, cuando la crisis vino a dar un vuelco a la situación. Efectivamente, a finales de 2014 las cifras ya reflejaban un cambio de tendencia; así, el número de redes se había incrementado en un 10,3 %, el de establecimientos en un 8%, los empleos generados en un 2,8 %, y la facturación global del sistema aumentó un 0,5 %.
Las previsiones para el año que ahora se acaba son las de mantener esta línea alcista y, aunque nuestro informe “La Franquicia en España 2016” no lo presentaremos hasta los primeros días de marzo, después de analizar minuciosamente todas y cada una de las cifras aportadas por las enseñas, con el fin de ofrecer un estudio lo más objetivo y fiable posible, sí nos aventuramos a pronosticar que habrá crecimientos, nuevamente, en todas las variables y que la facturación del conjunto de la franquicia podría incrementarse entre un 1 % y un 1,5 %, reafirmando que lo peor ya ha pasado y que el sistema está en una franca mejoría.
Además, durante este año 2015 se ha producido un hecho determinante por su importancia y sus consecuencias −que todos los agentes sociales y económicos llevábamos tiempo reclamando−, como ha sido la vuelta de los bancos a su función principal: la financiación de proyectos serios, que durante la crisis se encontraron con muchísimas dificultades, ante la casi general ausencia de apoyo de las entidades financieras. La vuelta a una cierta normalidad repercute muy positivamente en la buena marcha de la franquicia, un modelo de negocio que se basa en la expansión de sus redes y que necesitaba que se volviese a “abrir el grifo” financiero, porque repercute directamente en su crecimiento.
A su vez, hemos podido comprobar la buena salud del sistema en muchos de los eventos –jornadas, cursos, seminarios, la mayoría de ferias monográficas…− que se han celebrado a lo largo del año por diferentes puntos de la geografía nacional, pero muy especialmente en el Congreso Ff Franquicia futura que, organizado conjuntamente entre la AEF y el Banco Sabadell, tuvo lugar en Sant Cugat del Vallés (Barcelona) los días 12 y 13 de noviembre y al que asistieron 250 personas. Todo un éxito, que ha supuesto un espaldarazo al buen momento que vive la franquicia en España, gracias a lo que se ha sembrado durante la crisis: trabajo, esfuerzo, innovación, dinamismo, implicación… Y ahora estamos recogiendo los frutos.
Por lo tanto, el sistema de franquicias se encuentra en una fase de recuperación, que estamos seguros de que se mantendrá en 2016, con crecimientos todavía moderados en todas sus variables, número de redes, establecimientos, empleos generados y facturación, pero siempre en una línea ascendente. Una senda que ya no vamos a abandonar y por la que iremos caminando cada año con más firmeza, seguridad y confianza.