Tiempos VUCA en el textil/confección (y III)

Eko-REC, la antigua productora vasca Inquitex, es un ejemplo de economía circular, al presentar un proyecto de revalorizar las redes de pesca desechadas. Se estima que 200 Tm de redes pueden producir 18.288 metros de tejido Se calcula que hay más de 650.000 Tm de redes en el fondo marino. Este proyecto participa el Departamento de Materiales de la Universidad del País Vasco, Clúster de Industrias Medioambientales, Empresas de Moda Sostenible, Cooperativas de Reciclaje y el Gobierno a través Ihobe agencia del gobierno vasco.

En el campo biotech he recibido un escrito que explica que han encontrado una bacteria capaz de degradar el plástico. Seguiremos la evolución de este hallazgo.

Solo son ejemplos de adaptación desde 1900 cuando las fibras cambiaron el T/C en todas las dimensiones y facetas. Como siempre ser líderes de procesos de cambio, exige valor y compromiso.

En el campo de las productoras, encontramos una situación curiosa. La producción del año 2014 fue de -4,5% con respecto al ejercicio anterior, mientras que en el correspondiente al 2015 tuvo un valor del 2,5%.

Este cambio se ha producido pese a los problemas de Montefibre/Nylsart/Lupo amen de Sniace, ya otra vez en Bolsa, pero los directivos de estas empresas han luchado con inteligencia y se han enfrentado con éxito. Y pronto tendremos noticias positivas para estas empresas. Las otras productoras tienen una marcha ascendente, pero sin olvidar que en toda la UE, hemos tenido una fuerte pérdida empresarial. Hace escasamente seis años nuestra asociación representaba el 12,5% de la producción europea. Ahora tenemos muy poco, pero las productoras españolas siguen invirtiendo, innovando, exportando, mejorando y adaptando las nuevas tecnologías, –con todas las restricciones y limitaciones conocidas–y desde este poco, ayudamos al textil/confección español a recuperarse, pero esta recuperación invita a los proveedores exteriores a estar presentes. Y sin barrera. El informe del Cityc lo pone de evidencia: China nos trae el 23% del total importado y en definitiva el déficit de la balanza comercial ha subido el 25,5%, a pesar de mejoras sensible en empleo, inversión, exportación.

Desde Profibra, hemos estado presentes en los frentes europeos, de nuevas exigencias como son el Reach, los procesos comerciales, las energías, las reuniones sobre el TTIP, y un largo y cotidiana temática de saber dónde estamos y sobre todo a dónde vamos. Como dice el Dalai Lama XIV “si quieres saber qué te sucederá en el futuro, examina lo que tu mente está haciendo ahora”.

En una sociedad “líquida” en que nos movemos, evoluciona hacia una sociedad de costo marginal cero, y debemos irnos preparando hacia las transiciones que se acercan y que tienden hacia un paradigma de economía colaborativa y en donde el capital social, será mucho más importante que el financiero. Estamos iniciando la segunda era de máquina y con ello el empleo se deberá hacer al lado de las maquinas inteligentes. Tenemos unas pocas décadas, pero estoy seguro que nuestro sector las aprovechara.
Al escribir estas líneas, evoco el recuerdo de una visita a una fábrica imponente de hilatura de poliéster en Bursa, en Turquía, hace más de 10 años. El impacto de ver más de 500 robots trabajando fue tremendo, con un ejército de mecánicos/operadores que ajustaban los robots. Me gustaría ver hoy cómo continúa la producción. Especulo que la automatización ha aumentado y la gente ha ido desapareciendo. Lo más importante es que al lado de la nave de hilatura, tenían otra de tejeduría, y otra de confección con la misma filosofía.

Dentro de las solicitudes de la Comisión, en el campo medioambiental —regulación EC 1907/2006 Reach— nos piden información sobre las CMR o restricciones de substancias peligrosas en T/C, no textiles, accesorios en los que se utilizan productos químicos, en función de uso, tratamiento, concentración y pureza. Un nuevo frente de trabajo.

Pasemos a las bases del Sector T/C

Históricamente desde hace más de 5.000 años se desarrolló las primeras hilaturas para cubrir las funciones de vestir y proteger. Por ello el sector T/C se considera un sector de y para las personas con los años y siglos, la aportación de descubrimientos nuevos en el ámbito de la tecnología, del uso de tintes y acabados, las modas de los atuendos con sentido religioso, de representación de poder, uniformes y diferenciación de culturas se han multiplicado en grado sumo. Siempre el contexto político y sobretodo económico ha impuesto sus condicionantes.

Centrémonos a recodar lo que paso a partir del 1900, cuando la esclavitud como uso común, se terminó. En España se prohibió la esclavitud en 1870, un quinquenio después de la guerra civil norteamericana. Para el algodón fue un cambio radical, y encima aparecieron las fibras, primero las celulósicas y posteriormente las sintéticas, que abrieron un mundo nuevo para todos. Y continuamos trabajando en nuevos desarrollos No hay productos en ningún sector que no tenga alguna aplicación de las fibras químicas, sector innovador en proceso y en producto.

Todo esto implicó cambios de tecnología, de usos finales, liberando a la humanidad de la dependencia de recursos naturales —nobles pero más aleatorios—, y han hecho nuestra vida más fácil, más cómoda, más divertida e incluso diría más democrática. Y cambios en las fábricas, en la gestión de las empresas clásicas y profundos cambios en la mentalidad social.

Las claves siempre son las mismas: innovación y creatividad. A lo largo de los siglos el sector T/C ha hecho realidad la capacidad de integración de las últimas tecnologías y el reto ahora es la capacidad de aprovecharlas, pero sobretodo en el campo de concepción de la creatividad y el diseño, en toda la cadena textil/confección pero en gestión, búsqueda de nuevas aplicaciones y desde luego en moda. Es interesante entender la posibilidad de las TIC en moda con el diseño gip, jóvenes creadores utilizando las redes sociales, sin hablar, ya que todos tenemos experiencia en la compra vía internet. La pregunta es si ahora hay moda o no? Los medios van llenos de informaciones, pero poco conocimiento y es más importante los mitos, los trending topics.

Si consideramos las comunicaciones, el comercio internacional de mercancías, la rapidez de respuesta a las necesidades de todo tipo de nuestras empresas, hay que preparar un núcleo duro, muy preparado y multidisciplinar para dar respuesta a todas las solicitudes administrativas, de los clientes y consumidores y definir estrategias de comunicación con líneas abiertas.

La evolución sectorial ha sido espectacular los últimos 100 años. ¿Quién se acuerda para que servían los acondicionamientos? O cómo los grandes técnicos de máquinas Rachel y Cotton modificaban las máquinas para hacer productos nuevos, mirando las condiciones de materia en las naves industriales. Realmente sin conocer el concepto japonés de mejora continua <kaizen> se realizaban maravillosas transformaciones, que no se reconocían con toda su realidad.

La innovación es un proceso —salvo aquellos pocos casos tocados por las musas— sistemático, consistente en en la investigación, organizada para obtener cambios y obtener nuevas oportunidades y ventajas. Siempre hay que obtener un resultado económico del entorno. Si no, no es innovación, solo son ideas o tanteos, que pueden ser útiles para otras cosas. La innovación debe tener el resultado de más puestos de trabajo (ahora más máquinas inteligentes) y nuevos mercados.

Sobre el concepto de innovación, se habla mucho, pero en el fondo se practica poco. En 2011 se aprobó la Ley de la ciencia, la tecnología y la innovación, pero es todas luces insuficiente y pobre. La palabra innovación es como un “mantra” o publicidad barata. Nos resulta ofensivo cuando los políticos hablan de innovación y patentes, ni considerar la remuneración del investigador (en Catalunya tenemos un convenio que sí habla de este tema). No saben qué dicen y lo que cuesta hacer innovación, tanto material como intelectualmente.

La innovación se consolidó con los sabios de su fábrica, que con trabajo, esfuerzo y pasión llegaron a niveles que nunca los funcionarios universitarios han llegado. Nunca reconocidos, sin estímulos, trabajando en sus ratos libres, incluso sin ir a ferias y congresos fueron capaces de crear producto nuevos e impactantes. Otra cuestión es si los gerentes se daban cuenta del tesoro que tenían en sus naves, y la explotación del mismo si hubieran tenido la capacidad de información de ahora, donde estaríamos. Ejemplos como máquina de hacer medias enteras, el desarrollo de medias con carrera, los primeros pantis causó furor, el famoso tergal, los hilos de cirugía, productos que no necesitaban plancha etc. pero como dice Platón hay que buscar el avance tecnológico —lo bueno— , junto con la atracción estética —la belleza— y el grado de sinergia entre estos dos conceptos define la innovación rupturista de la incremental.

Este escrito es un intento de ofrecer una comprensión sobre la complejidad y la fragilidad en que nos movemos y los necesarios y continuos esfuerzos para entenderlos, para superarlos con éxito, con la colaboración de todos. Los hechos, las cosas se tienen que vivir y no basta con imágenes virtuales o hipotéticas. ¡Cuidado con la realidad aumentada! Hay que sentir el aullar de los lobos e irlos a cazar, a pesar de los bondadosos ecólogos. Es supervivencia pura de nuestro eco sistema. No merecemos, ni queremos ni somos un sector, si bien agregado de subsectores industriales de primer nivel, ser mero sujeto paciente y reactivo de decisiones y acciones de otros, frecuentemente oportunistas y sin ética, ni interés democrático.

En el año Ramón LLull no podemos dejar de evocar uno de los primeros personajes interculturales y cuya obra incluye líneas de pensamiento y de acción, aún vigentes en el siglo XXI. Lenguas de la cultura de Europa, creación literaria y transmisión científica, son los pilares en nuestra propia identidad de sector: Innovación y mejora constante (kaizen) y creatividad a todo trapo. La historia del sector es su trayectoria hacia el futuro.

Publicidad
Artículo anteriorOlivier Marcheteau, director general de Vestiaire Collective
Artículo siguienteLow cost