Universidad y Empresa, un binomio de éxito

Una vez más, el sector textil en España ha demostrado su fortaleza, su potencial y su capacidad de adaptación a escenarios cambiantes, haciendo frente a las diferentes crisis que cíclicamente van haciendo temblar los diferentes modelos de sociedad que se van diseñando con el paso del tiempo.

Toda crisis modifica los modelos productivos y no ha sido una excepción el modelo productivo de la economía española y por ende el de las empresas textiles. La empresa textil del siglo XX ha quedado atrás, evolucionando hacia una nueva tipología más acorde con las necesidades actuales.

La empresa de hoy precisa imperiosamente potenciar la capacitación de sus plantillas, incrementando exponencialmente las habilidades de sus trabajadores, apostando decididamente por su mejor activo (el capital humano). El perfil de los técnicos que dirigen y gestionan las empresas, desde los mandos intermedios a los puestos en la parte alta de sus organigramas, precisan no únicamente de los conocimientos que de forma tradicional han atesorado los técnicos textiles (centrados principalmente en aspectos puramente productivos), sino que se les requiere también de la formación en un elevado número de competencias, que sin dejar de lado a las específicas del sector, deben ser complementadas por otras mucho más transversales. Los nuevos técnicos titulados deben ser capaces de atender tanto a las necesidades y particularidades de las empresas meramente productivas como a las de fabricación textil que deslocalizan la producción, o la I+D+i que implica el desarrollo de nuevos procesos y productos.

España cuenta con marcas líderes internacionalmente, tanto en el ámbito productivo desde la empresas tradicional, como también es bien sabido por todos en el nuevo concepto de empresas de moda, en la que somos líderes a nivel internacional.

De forma paralela a las empresas textiles, las Universidades Españolas, se han visto, sin duda, afectadas gravemente por la crisis económica. Los efectos de ésta, además de reducir las inversiones en las universidades, han paralizado la renovación del profesorado generando con ello lo que será una Universidad repleta de profesores de avanzada edad para los próximos años, peligrando el relevo generacional. Esta crisis ha modificado, además, la oferta del mapa de titulaciones de la Universidad Española. Concretamente si nos centramos en las Universidades que ofrecían estudios de Ingeniería Textil, éstas han experimentado cambios que, si bien han sido impuestos por las consecuencias de la evolución económica del país, han servido en algunos de los casos para rediseñar dicha oferta de titulaciones. Así, hemos visto morir la oferta de Ingeniería Textil como tal.
La formación universitaria que en España se oferta relacionada con la Ingeniería Textil, queda únicamente representada por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y Universitat Politècnica de València (UPV) en sus campus de Terrassa y Alcoy respectivamente.

Universitat Politècnica de València
Universitat Politècnica de València

Desde la Escuela de Terrassa se oferta el Grado en Ingeniería de Tecnología y Diseño Textil, grado definido como objetivo común para las tres universidades (UPC, UPV y US) estructura y contenidos derivados del Libro Blanco de la Ingeniería Textil, diseñado de forma conjunta y con total participación de las tres universidades y que finalmente únicamente se ha conseguido implementar en Terrassa. En esta Universidad, además del grado mencionado, se oferta el Máster en Ingeniería Textil y Papelera, máster de 90 créditos con contenidos referentes a los sectores textiles y papeleros y gráficos.
Desde el Campus de Alcoy, de la Universitat Politècnica de València, la oferta de formación textil como título de grado, se puede encontrar en la línea de intensificación dentro del Título de Grado de Ingeniería de Diseño Industrial y Desarrollo de Producto, con un total de 36 créditos. Por otro lado, también puede cursarse el Máster de Ingeniería Textil, título de 60 créditos centrado exclusivamente en la industria Textil que se imparte conjuntamente con el Instituto Tecnológico de la Industria Textil AITEX quien aporta sus instalaciones y personal para el desarrollo, fundamentalmente, de la parte práctica del mismo.
Tanto desde Terrassa como desde Alcoy se puede completar la formación con el Programa de Doctorado de Ingeniería Textil.

En la actualidad estas titulaciones ofrecen elevados niveles de empleabilidad, entendiéndose con ello que las empresas del sector ven en los titulados que la Universidad oferta anualmente al mercado, un elemento de valor que incorporar a las mismas. Deben ser consideradas titulaciones atractivas desde el punto de vista de la empleabilidad y que, como se ha comentado anteriormente, pretenden ser capaces de nutrir de técnicos cualificados tanto a las empresas con producción propia (hilaturas, tejedurías, empresas de acabados etc.) como a las nuevas empresas de confección que gestionan la producción deslocalizada.

Universidad y Empresa Textil es un binomio imprescindible para el crecimiento del sector, que debe potenciarse como de hecho lo hacen países europeos como Alemania, Francia, Bélgica, etc. y que, sin duda alguna, aporta siempre una ventaja competitiva a las empresas textiles. Para ello se precisa una universidad robusta, potente, sólida, que debe contar con la inversión garantizada de una sociedad que crea en ella, la potencie y propicie su crecimiento y de forma paralela con un apoyo decidido de las empresas que ante esa inversión entiendan que hay un retorno directo que favorece a las propias empresas y, con ello, a la sociedad en general.

Un primer ejemplo de ello puede estar en la Cátedra de Empresa que el Instituto Tecnológico AITEX ha firmado con la Universitat Politècnica de València dentro de su programa de Cátedras. La Cátedra AITEX de la UPV tiene como finalidad principal la promoción y desarrollo de actividades que contribuyan al posicionamiento del sector textil, tanto en el ámbito universitario como a nivel de la sociedad en general; así, la Cátedra tiene como objetivo conseguir visualizar al textil como un sector atractivo, con un carácter pluridisciplinar y de futuro.

Tanto desde la Empresa como desde la Universidad deben ponerse en valor los beneficios de este potencial que se originan con la colaboración decidida entre ambas. Debe existir una perfecta relación entre las dos partes, estrechando y afianzando relaciones que abarquen además de una transferencia de tecnología, movilidad de los investigadores hacia las empresas, movilidad de los estudiantes, etc. un escenario que propicie la confianza, un compromiso personal mutuo y una meta común.

Aunque en muchas universidades españolas se viene trabajando en pro de esta colaboración con la Empresa, propiciando actividades de transferencia de tecnología y consiguiendo resultados espectaculares en relación a este concepto, como es el caso de las universidades Politècnica de Catalunya y Politècnica de València, el Sistema Universitario Español no valora todavía de forma decidida la transferencia de tecnología conseguida por parte de sus investigadores, prevaleciendo otros criterios más centrados en la investigación básica para la promoción de su personal investigador. Desde los gobiernos se fomenta la transferencia de conocimiento, pero no siempre se practican políticas que faciliten esta relación.

Universidad Politècnica de Catalunya
Universidad Politècnica de Catalunya

Debemos tener la capacidad, desde las empresas y universidades de conseguir con éxito un objetivo común, que satisfaga las necesidades del nuevo mundo textil, con titulaciones que capaciten a los nuevos técnicos para asumir las nuevas exigencias de las empresas textiles, con conocimientos específicos de la tecnología textil pero complementados con conocimientos de otras tecnologías, con habilidades para el autoaprendizaje, para la comunicación en un mundo global, para el trabajo en equipo, etc. Debe ser entendido por todos el nuevo perfil que requieren las empresas, distante del tipo de empresa productiva textil pura del siglo XX, en muchos de los casos mono-proceso o mono-producto y en el que prevalecía la productividad de las instalaciones y del personal, para pasar al perfil de la empresa del siglo XXI en la que además del carácter productivo se tienen en cuenta los efectos que a las empresas les aporta la globalización del mercado, siendo en estos momentos de suma importancia aspectos como la versatilidad, la logística, la calidad, el diseño, el comercio internacional, el marketing, etc.

Debe contarse con una colaboración estrecha entre Empresa y Universidad para la incorporación de alumnos de forma progresiva a las empresas, iniciándose con los diferentes programas de prácticas en empresa hasta la incorporación definitiva a las mismas. Con la incorporación de los investigadores de la universidad a las empresas, facilitando con ello el trabajo en equipo entre ambas partes. Con el apoyo a la cultura emprendedora tanto intra-empresa como de forma externa, propiciando con ello el crecimiento de las propias empresas o nuevos negocios.

En definitiva, y como de forma retórica se viene diciendo, una época de crisis es una época de cambios y debe ser aprovechada como tal, en este caso, para el incremento de las políticas de colaboración entre universidad y empresa. El sector textil del siglo XXI es y debe ser aún más un sector atractivo, que genere apetencia a los jóvenes que vean en él una vía de empleabilidad y de crecimiento en una empresa moderna con posibilidades indiscutibles de futuro.

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