Bajo el nombre Premier Sens, el cuaderno de tendencias del salón para la temporada primavera-verano 2024 ofrece una lectura de un mundo nuevo, inalterado por las vidas pasadas. Un intento de vuelta a los sentidos que se descubrirá del 6 al 8 de febrero en el Parque de Exposiciones de París-Le-Bourget.
Tras llevarnos al borde del universo, en el núcleo de un Big Bang atemporal, Louis Gérin y Gregory Lamaud, directores artísticos de Texworld Evolution Paris, arrojan luz sobre un mundo recién nacido, donde la humanidad (por fin) abre los ojos y vuelve a conectar con sus sentidos.
Construida a partir del análisis de señales emergentes detectadas en los ámbitos creativo, económico y social, esta nueva propuesta marca el regreso del mix and match: bajo la presión de las redes sociales, la moda se construye por ensamblaje de afinidades a partir de un vestuario muy heterogéneo.
Atrás quedan las referencias unívocas: el estilo ya no impone sus reglas y el color se expresa en grandes universos en los que cada uno encuentra su inspiración. A continuación, los tejidos aportan los aspectos envejecidos, metalizados, lacados o acolchados que los diferenciarán. Un nuevo mundo organizado en cuatro grandes temas para (re)descubrir con los sentidos.
– Amortiguar. Este tema expresa la dificultad experimentada ante el incesante – atronador – flujo de información que nos asalta, «imposibilitando todo pensamiento […] «. Se expresa en un entorno creativo predominantemente digital, más bien seductor, ondulante y casi transparente. Encontramos materiales que pueden ser brillantes o acolchados, protectores, ensamblados de forma repetitiva, como una ola que absorbiera el sonido del mundo exterior: «Al principio, la vida es un sonido. Una ola. Una onda. Más tarde, es una danza».
– Tacto. Aquí volvemos al mundo del tacto. «Derribar el muro que nos separa del exterior». Como reacción a nuestras cestas digitales virtuales, este tema se centra en materiales que se revelan y cobran sentido al tacto: fibras naturales, textiles patinados y envejecidos, pieles, algodón, cáñamo o lino…La gama cromática se concentra en tonos próximos a los elementos naturales: el marrón y el ocre terroso, el gris de la piedra, el negro del carbón, los azules del cielo, el mar o la incandescencia de la brasa.
– Vislumbrar. «Es hora de abrir los ojos…». Este tema tiene un sentido fundamental en el mundo de la moda. La visión también se refiere al narcisismo universal que guía nuestras elecciones de ropa y la forma en que queremos ser vistos. «Nuestra época lo grita a los cuatro vientos, en todas las redes: ¡Mírame, dime que existo!». También trata de esos sistemas colectivos de pertenencia que nos empujan a copiar, a funcionar por mimetismo. La ropa debe ser vista y deseada: hacer sitio al brillo, a los materiales resplandecientes, a los colores vivos y ácidos, sin máscaras…
– Tragar. Este universo creativo expresa nuestra sed de humanidad, nuestro deseo de abrazar el mundo. «Y cada cosa, cada ser, cada paisaje que habré tragado modificará ligeramente mi visión del mundo. […] Saborear el mundo es aceptar enriquecerse». También es una forma de adentrarse en el mundo real, pero de forma suave, utilizando tonos tranquilizadores y naturales -tomados del mundo del gusto (jengibre digital, verdura dulce, etc.)- capaces de expresar fuertes contrastes en las elecciones creativas.
Estos temas se presentarán en el Foro de Tendencias. Los visitantes podrán descubrir muestras de materiales y productos acabados seleccionados por los directores artísticos del salón para representar cada uno de estos mundos creativos.