En un comunicado, Euratex ha subrayado que el plan de la Comisión Europea de proponer un tope de precios para el gas al por mayor en 275 euros/MWh es una “amarga decepción” para los fabricantes europeos de productos textiles y de confección.

El martes, Euratex declaró en una carta a la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, que cualquier tope de precios por encima del nivel de 80€/MWh no ayudaría a la industria de la UE -al sector textil en particular- a sobrevivir a la crisis actual. De hecho, ya en julio de 2021, el precio del gas al por mayor en la UE estaba por debajo de los 30€/MWh.

Ahora, la industria de la UE se enfrenta a unos precios del gas y de la energía que han superado cualquier capacidad de reacción: desde el récord de 320€/MWh del pasado agosto, el precio ha llegado a 127€/MWh en la actualidad. Aun así, es más de un 300% que los precios habituales.

La propia existencia de la industria europea está en juego y con ella la agenda europea de sostenibilidad, y la capacidad de Europa para aplicarla. Además, Europa perderá su autonomía estratégica, que garantiza la disponibilidad de bienes y servicios esenciales en el mercado interior europeo. Si seguimos por este camino, la UE pronto se convertirá en totalmente dependiente de las importaciones extranjeras sin poder aplicar su agenda de sostenibilidad, y mucho menos liderar la transición a una economía circular en la escena internacional.

En la actualidad, la industria de la UE se enfrenta a una competencia internacional nefasta con la industria de China, India y EE.UU. que trabaja a precios de energía de alrededor de 10 $/MWh. Además, estos competidores se benefician de subvenciones elevadísimas por parte de sus propios gobiernos: el despliegue del plan de subvenciones industriales de 369.000 millones de dólares estadounidenses es sólo el último ejemplo.

El director general de Euratex, Dirk Vantyghem, considera que «mientras la industria de la UE está sometida a una presión inmensa y sin precedentes, un límite de precios de 275€/MWh no tendría sentido: la industria europea se vería permanentemente expulsada del mercado. La industria es el corazón del modo de vida europeo y el fundamento de nuestra economía social de mercado. La UE debe salvar su industria para salvar a Europa. El momento de actuar es ahora».

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