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El textil y la moda europeos, representados por EURATEX, piden una estrategia europea única para hacer frente a la crisis energética. “Para salvaguardar el futuro de la industria, es necesaria una revisión del mecanismo de precios de la electricidad y un tope en toda la UE para los precios del gas de 80 €/MWh. Debe otorgarse un apoyo especial a las empresas para evitar la quiebra y la reubicación de la producción textil fuera de Europa”, subrayan desde el organismo.

Los precios del gas y la electricidad han alcanzado niveles sin precedentes en Europa. Debido a la severa competencia global en el mercado que caracteriza a la industria textil y de la confección europea, estos aumentos de costos son imposibles de trasladar a los clientes. Esto ya ha llevado a reducciones de capacidad y paradas de producción. Se pronostican cierres y el traslado de la producción fuera de Europa si persiste la situación actual, lo que conducirá a una mayor desindustrialización del continente y una mayor dependencia de proveedores externos.

Los segmentos específicos de la industria textil son particularmente vulnerables. La industria de fibras artificiales (MMF), fibras sintéticas y basadas en celulosa, por ejemplo, es un sector intensivo en energía y un gran consumidor de gas natural en la fabricación de sus fibras. “La desaparición de los productos de fibra europeos tendría consecuencias inmediatas para la industria textil y para la sociedad en general. Las actividades de teñido y acabado de textiles también son relativamente intensivas en energía. Estas actividades son esenciales en la cadena de valor textil para dar valor agregado a los productos textiles y prendas a través del color y funcionalidades especiales (por ejemplo, para aplicaciones médicas)”, remarcan desde Euratex.

La industria textil europea pide un tope en toda la UE en los precios del gas a 80 €/Mwh y una revisión del mecanismo de precios para el mercado de la electricidad, para reducir las enormes diferencias de precios con nuestros competidores extranjeros.

“Los gobiernos deben garantizar que las industrias críticas, como la textil y todos sus segmentos, puedan asegurar contratos de gas y electricidad hacia fin de año a un precio asequible. El suministro de energía estable y predecible es de suma importancia. Las restricciones de gas y el racionamiento solo deben usarse como último recurso. No se deben prever recortes de consumo obligatorios”, destacan.

Y añaden: “Además de estas medidas en discusión, actualmente observamos una proliferación de iniciativas nacionales contradictorias y descoordinadas para enfrentar la crisis energética. Esto ha llevado a una fragmentación de facto del mercado único, lo que ha dado lugar a un entorno político y normativo caótico que añade una tensión adicional a nuestra cadena de suministro, que está totalmente integrada a nivel europeo. Las medidas que garantizan la igualdad de condiciones en la UE son de suma importancia”.

El futuro de la industria textil y de la confección europea, en juego

El presidente de EURATEX, Alberto Paccanelli, explica: “Dada la situación actual, ya no se puede excluir un escenario en el que segmentos enteros de la industria textil desaparezcan. Esto conduciría a la pérdida de miles de empresas y decenas de miles de puestos de trabajo europeos y agravaría aún más la dependencia de Europa de las fuentes extranjeras de bienes esenciales. Esto se aplica específicamente a las pymes que necesitan medidas de apoyo temporales (por ejemplo, ayudas estatales, desgravaciones fiscales, tope de precios de la energía) para sobrevivir a la crisis actual y prepararse para la transición ecológica a largo plazo”.

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