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La 11ª Jornada de Moda Sostenible organizada por Slow Fashion Next ha contado con un programa de más de cuarenta profesionales de toda la cadena de valor con 14 mesas y 5 keynotes.

En el mismo se ha podido analizar la relevancia de la educación, de la colaboración entre las entidades públicas y privadas, del impulso del emprendimiento tanto dentro del sector como el local y rural que consiga dar forma a una cadena de valor local que permita la producción de materias que sean regenerativas para el medio ambiente y consigan crear empleo de calidad.

También se ha hablado de la importancia de cuidar el agua, los bosques, y las personas en la economía circular, aspecto este último a menudo olvidado.

Regulaciones y Normativas

En el evento también se han analizado las diferentes regulaciones y cómo van avanzando, lo tarde que se va en la consecución de objetivos marcados por la Estrategia de la UE, del SCRAP y también de como se han ido rebajando las exigencias al tiempo que llegaban las elecciones recién celebradas en Europa.

Se ha puesto de manifiesto que la compra pública puede ser una palanca desde donde hacer crecer las iniciativas sostenibles mientras que una fiscalidad amable para estas como propone el “Iva Verde” puede ser una gran ayuda. Asimismo, se ha comprendido que las normativas “per se” no son suficientes y hacen falta otros mecanismos para conseguir que se implementen.

Incluir lo local en la ecuación

Estas jornadas han puesto de relevancia la necesidad de ampliar la visión, de entender que si no se incluye lo local en la ecuación no tiene sentido hablar de sostenibilidad.

“La economía circular y la economía del reciclaje nos han ayudado a poner el ojo en los residuos y, por supuesto, tenemos que seguir actuando ahí y encontrar maneras de reintroducir estos residuos, o mejor dicho nuevos materiales, en las cadenas de valor. Pero esto no tiene que hacernos olvidar que para que una cadena sea realmente sostenible tenemos que ser proactivos en nuestra visión desde el origen de los productos y solucionar los problemas antes de que ocurran”, subrayan sus organizadores.

Y añaden: “Por ello imaginar una moda positiva con el medio ambiente y las personas es fundamental para poner nuestras acciones al servicio de esa visión/misión. Esto ha llevado a hablar estos dos días de los beneficios tanto para los ecosistemas como para la salud de las personas de producir materias locales de manera regenerativa como el lino, el cáñamo o la lana, la fibra mejor ecodiseñada”.

También tuvo lugar la presentación del informe materias regenerativas textiles realizado por Slow fashion Next junto a SBN Clima para la Diputación Foral de Gipuzkoa. Igualmente se pudieron escuchar casos muy inspiradores de trabajos locales como la colección de María Clè Leal realizada con lana latxa, el trabajo desde la alcaldía de Husillos en Palencia o el de la Agencia de Desarrollo Urkome en Guipúzcoa.

Trazabilidad, Innovación y Digitalización

Lo local no ha de hacer olvidar la importancia de la trazabilidad, la innovación y la digitalización dentro del sector para ahorrar en recursos y medir los procesos e impactos con el fin de irlos disminuyendo y crear una cultura de datos que simplifique la comprensión de los mismos a lo largo de la cadena.

También se ha hablado de consumo y salud física y mental de los consumidores de moda, de conectar con el público más joven de otra manera no dogmática y emocionalmente disruptiva, así como de hacer laboratorios y experiencias ciudadanas como el inspirador caso de Back to Eco. 

Las jornadas finalizaron con un llamamiento a los asistentes de hacer de la sostenibilidad algo real visitando lugares de producción y fábricas, y de seguir generando conciencia y sinergias en sus círculos cercanos de influencia de tal manera que el movimiento se vaya ampliando y afianzando.

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