El Grupo obtuvo en el primer semestre del año un resultado de explotación o EBIT de 0,5 millones de euros, frente al resultado cero del mismo periodo del año anterior.

El EBITDA consolidado del semestre fue de 1,8 millones de euros, por debajo de la cifra del año anterior debido a los gastos por la puesta en marcha de la nueva fábrica en Guatemala y al incremento del coste de las materias primas, la energía y el transporte.

Una vez entre en completo funcionamiento la nueva planta de Guatemala en 2023, se optimizará la estructura de costes respecto a los centros actuales del grupo, lo cual impactará de forma positiva en la rentabilidad.

Las ventas del semestre, de 25,3 millones de euros, se vieron afectadas por tensiones en la cadena de suministro derivadas de la guerra en Ucrania y los confinamientos puntuales en China por la Covid19. Respecto a la deuda financiera neta, se redujo un 2,2% desde diciembre, hasta los 58,8 millones de euros.

Resultados por unidades de negocio

En cuanto a los resultados por unidades de negocio, en Tejidos, EFA mejoró notablemente su presencia en el mercado a pesar de la falta de materia prima; y, una vez trasladados el alza de las materias primas y la energía, ha permitido obtener EBITDA positivo desde junio.

En Prenda, a pesar de la ralentización de la demanda debido a la incertidumbre motivada por la guerra en Ucrania, se están desarrollando colecciones muy amplias para futuras temporadas y todos los indicadores apuntan a la progresiva recuperación en el sector Lujo y Premium.

En esta división, el margen EBITDA/ventas mejoró desde el 17,9% de 2021 al 18,2% en 2022.

Conclusiones

Nextil ha recuperado la senda de la rentabilidad iniciada en 2019 aunque frenada en 2020 por la pandemia.

Esto ha sido posible por las medidas de eficiencia y la estrategia de negocio centrada en la creación de valor. Así, en el primer semestre de 2022, el grupo ha decidido terminar la actividad de la fábrica de tejido de El Masnou (Barcelona) debido al incremento de costes en toda la cadena de valor y la dificultad de trasladarlo a los clientes europeos, así como por los problemas de calidad con algunos subcontratistas.

Por todo ello, se ha planificado un cierre ordenado con el personal y los acreedores. Este cese de actividad permite a Nextil enfocar los esfuerzos en aquellas actividades de mayor valor añadido, como el tintado sostenible con la técnica Greendyes, que ha evolucionado hacia una solución industrializable y escalable mediante licencias en todo el mundo; la unidad de negocio de prenda y la producción en Guatemala, que ha iniciado sus operaciones en septiembre y cuya ubicación geográfica en un lugar estratégico y privilegiado permitirá a Nextil acceder al mercado de grandes producciones compitiendo con los proveedores asiáticos, así como rentabilizar aquellos artículos actuales que son deficitarios, obteniendo las máximas eficiencias en logística y distribución, con accesos arancelarios preferenciales.

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