La pandemia, como hecho histórico de alcance global también ha comportado una serie de cambios en nuestra forma de vestir. ¿Perdurarán, pasarán a la historia de la moda o morirán con el ansiado final de la crisis sanitaria? Profesionales de distintos ámbitos nos ofrecen su valiosa opinión en estas páginas.


Esta Mesa Redonda se publicó en la edición 272 de la revista  Noticiero Textil correspondiente al mes de Julio. En el enlace y sobre la imagen puedes acceder gratuitamente a la edición completa.

1Carol Blazquez. Directora de innovación y sostenibilidad de Ecoalf 

Carol Blazquez. Directora de innovación y sostenibilidad de Ecoalf 
Tiempo. Evolución. Cambio. Las formas de vestir no escapan a ello. Defínanos su idea de este proceso. ¿En su labor diaria, a la hora de planificar su trabajo, sus colecciones, tendencias, la pandemia les ha comportado un cambio de estrategia significativo?

La pandemia en sí misma es la que ha generado muchos cambios, que inevitablemente nos han afectado como compañía en muchos sentidos.

Por un lado somos una empresa que estamos muy cerca de todos nuestros proveedores, trabajamos mano a mano con ellos, la selección de los materiales, los procesos…lo hacemos de manera conjunta y durante este último año no ha podido ser así, hemos tenido que aprender a relacionarnos en la distancia y en muchas cosas hemos conseguido hacerlo sin problemas. 

Sin embargo, el tema de los tejidos ha sido todo un reto, porque no solo hemos dejado de visitar a los proveedores sino que también hace más de un año que no hay ferias y esto complica mucho a los equipos de producto avanzar en nuevos desarrollos.

Aún así, hemos hecho todo lo posible por seguir innovando y desarrollando nuevos tejidos.

Por otro lado los hábitos de consumo también han cambiado mucho, el teletrabajo ha marcado mucho la forma en la que nos vestimos, ha disparado la demanda de prendas más cómodas, este tipo de prenda que puedes usarla en casa pero también para salir a la calle, un nuevo concepto de prenda que ha unido la funcionalidad, comodidad y moda y que ha entrado con mucha fuerza, en nuestro caso por supuesto además son respetuosas con el medio ambiente.

¿Se vive como se viste o se viste como se vive?

Creo que hay un poco de las dos afirmaciones y si hablamos de vestir de manera responsable, todavía más.

No tiene sentido llevar un estilo de vida responsable, consciente y no vestir de manera responsable, no sería coherente, y de la misma manera si consumes moda responsable, el mensaje va calando y poco a poco tus hábitos generales se van volviendo cada vez más responsables.

¿Han sido las primeras materias las que han empujado con su  evolución o es el cambio tecnológico y social el protagonista de los cambios?

Las empresas que hemos sido pioneras a la hora de introducir nuevos materiales sostenibles hemos ido abriendo camino, pero es una realidad que dentro de poco todas las marcas ya tendrán materiales reciclados o sostenibles en sus colecciones, va a ser imparable el cambio. Se hablaba de cambio climático y muchos todavía lo niegan, cuando ya a día de hoy sabemos que estamos ante una crisis climática: incluso acaba de aprobarse en España la Ley de Cambio Climático y Transición Energética; por lo tanto el cambio es una necesidad y la tecnología está acelerando el proceso. 

Materiales que nos permitan avanzar hacia un modelo de economía circular, como pueden ser los materiales reciclados o materiales naturales de bajo impacto, tejidos monomateriales que sean fácilmente reciclados o puedan biodegradar; procesos más respetuosos con menos impacto negativo medioambiental, con reducción de emisiones de CO2 o reducción de consumo de agua…

“La moda responsable no tiene que ser algo opuesto a la moda”

La pandemia lo ha cambiado todo o casi. Cómo vestirse, ¿ya no es lo que era? ¿Cuáles son los principales cambios que nos ha traído la pandemia a la hora de vestir? ¿Van a permanecer tras la crisis o no van a constituir una ruptura real con lo establecido?

(Contestado en pregunta 1)

Del nailon a las fibras vegetales, de Chanel y Schiaparelli a Lewis y Donatella Versace, ¿cuál es el mayor argumento para los cambios en las formas de vestir? ¿Cree que se hablará de una moda post pandemia en los futuros libros sobre historia de la moda?

Me gustaría pensar que la pandemia solo ha sido un detonante para ponernos a todos frente a la realidad de la crisis climática.

Siento que es fundamental que los consumidores aprendan a percibir la urgencia del momento que vivimos y como consecuencia aprendan a consumir y a vestirse de manera diferente.

La moda responsable no tiene que ser algo opuesto a la moda, y creo que Ecoalf es la muestra de ello: podemos seguir vistiéndonos muy bien pero sin perjudicar al medio ambiente; lo que si es necesario cambiar es la percepción de ese concepto de moda que convierte las prendas casi en objetos de usar y tirar. Tenemos que tomar conciencia que es necesario comprar menos pero comprar mejor calidad; de esta manera nos aseguramos que las prendas tendrán un ciclo de vida mucho más largo: no es necesario comprar diez camisetas cada temporada, es mucho mejor comprar una pero con la calidad que te permita utilizarla durante mucho tiempo.

¿Se volverá a la “preocupación” por el vestir o ya nos va bien de asistir a cualquier evento festivo o laboral en camisa y vaqueros? ¿La sofisticación en el vestir solo va a quedar relegada a ocasiones muy especiales?

Personalmente me gusta pensar que cada vez somos más libres de vestirnos de una manera mucho más alineada con lo que realmente somos y eso nos permite elegir cómo de sofisticados o funcionales queremos ser.

En estos momentos todavía no estamos haciendo vida social como antes, los actos sociales son muy escasos y es cierto que hay pocas ocasiones en la que nos tenemos que vestir de manera más formal; para estas ocasiones recurrir a modelos alternativos como el alquiler me parece muy buena opción.

La obsolescencia programada se inventó con la moda. ¿Qué nuevas formas nos depara el futuro para que la bicicleta no se caiga?

La transición hacia una economía circular nos va a traer nuevos modelos de consumo de moda a los que tal vez todavía no estamos muy acostumbrados pero que serán cada vez más comunes. Al igual que ha pasado en otros sectores las prendas podrán pasar de ser bienes en propiedad a servicios, podremos alquilar prendas, hacer intercambios…y la reparación de prendas y la compra venta de segunda mano irán creciendo.

Ante el auge de las prendas pensadas para el interior de los hogares y/ o practicar deporte, muchas empresas que no estaban en estos segmentos están creando líneas específicas. ¿Esta tendencia perdurará o las aguas volverán a su cauce en cuanto pase la crisis?

El hecho de haber pasado tanto tiempo en casa, unido al aumento del teletrabajo nos ha acercado a prendas mucho más cómodas y funcionales pero prendas también a la altura de cualquier colección. Es un nuevo concepto de prenda que todos hemos tenido que incluir en nuestras colecciones, y de hecho es una línea que ha crecido exponencialmente dentro del sector. 

2Esther Pereira. Trend Sales Manager en CMT Spain/Peclers Paris 

Esther Pereira. Trend Sales Manager en CMT Spain/Peclers Paris 
Esther Pereira. Trend Sales Manager en CMT Spain/Peclers Paris
Tiempo. Evolución. Cambio. Las formas de vestir no escapan a ello. Defínanos su idea de este proceso. ¿En su labor diaria, a la hora de planificar su trabajo, sus colecciones, tendencias, la pandemia les ha comportado un cambio de estrategia significativo?

La sociedad está inmersa en un gran cambio: social, cultural y político y esto se nota en nuestra forma de vestir. Estos cambios hacen que adaptemos nuestro vestuario al momento actual. El mundo se está reinventando y por lo tanto la moda también. Creo que nos vamos a mover en una sociedad donde nuestra relación con la vida, la ciudad, la naturaleza y con los otros seres humanos cambiará, así como la frontera entre nuestra vida privada/trabajo y vida social

Si, la pandemia nos ha hecho cambiar el sistema de trabajo. Hoy podemos presentar nuestras colecciones a través de los ordenadores, tablets e incluso el teléfono móvil. Las redes sociales han venido para quedarse y lo que al principio parecía que podía ser difícil de aceptar, ahora compramos y vendemos “on line” continuamente. 

¿Se vive como se viste o se viste como se vive?

Creo que nos vestimos como vivimos. Si hacemos teletrabajo nos vestimos más confortables, con ropa menos “glamurosa” y más práctica. Si salimos con amigas/os nos vestimos de una forma; si vamos al campo de otra; si salimos de noche de otra……

¿Han sido las primeras materias las que han empujado con su  evolución o es el cambio tecnológico y social el protagonista de los cambios?

La tecnología es un arma que nos está ayudando al cambio social que, creo, es el protagonista en estos momentos del avance de la sociedad. Nos hemos dado cuenta que no podíamos continuar por el camino que llevábamos, ya que estábamos consumiendo nuestros recursos naturales de una forma inconsciente. La sostenibilidad tiene que ser nuestra prioridad.

La pandemia lo ha cambiado todo o casi. Cómo vestirse, ¿ya no es lo que era? ¿Cuáles son los principales cambios que nos ha traído la pandemia a la hora de vestir? ¿Van a permanecer tras la crisis o no van a constituir una ruptura real con lo establecido?

La pandemia nos ha puesto a todos en alerta para vivir prestando más atención al mundo que nos rodea. A consumir menos y más calidad. En armonía con la naturaleza. En llevar el campo a la ciudad y la ciudad al campo, etc.

Esther Pereira. Trend Sales Manager en CMT Spain/Peclers Paris 
Esther Pereira. Trend Sales Manager en CMT Spain/Peclers Paris

“Todos los cambios en la sociedad han marcado un momento en la moda”

Pienso que esta crisis (cambio social) hace tiempo que empezó y la pandemia lo que ha hecho es afianzar para que definitivamente cambiemos de actitud. Y, sí, creo que los cambios sólo han empezado.

Del nailon a las fibras vegetales, de Chanel y Schiaparelli a Lewis y Donatella Versace, ¿cuál es el mayor argumento para los cambios en las formas de vestir? ¿Cree que se hablará de una moda post pandemia en los futuros libros sobre historia de la moda?

Todos los cambios en la sociedad han marcado un momento en la moda: los 20’ trajeron un cambio importante para la mujer, Coco Chanel “liberó” a la mujer encorsetada. Los 40’ trajeron el nylon y con ello las medias..los 60’ la minifalda, etc. Pienso que podrá hablarse de una moda “pospandemia” pero dentro de un modelo de cambio sociocultural de sostenibilidad y ecología.

¿Se volverá a la “preocupación” por el vestir o ya nos va bien de asistir a cualquier evento festivo o laboral en camisa y vaqueros? ¿La sofisticación en el vestir solo va a quedar relegada a ocasiones muy especiales?

Pienso que siempre nos gustará vestir bien aunque vayamos en camisa (de seda, de lino, de algodón…) y vaqueros. La calidad y el saber estar harán la elegancia. 

Se puede ser muy sofisticado con algo tan básico como una camisa y unos vaqueros e incluso con unos “sneakers”. Todo depende del conjunto y de la actitud.

La obsolescencia programada se inventó con la moda. ¿Qué nuevas formas nos depara el futuro para que la bicicleta no se caiga?

La moda tiene una cualidad que la hace permanente: se reinventa. Quizás pueda parecer obsoleta pero, a medida que pasan los años, vuelve con fuerza el mismo estilo renovado. Nosotros cambiamos y la moda cambia porque todo está en evolución. 

Para que la bicicleta no se caiga es importante mantener el equilibrio entre calidad, cantidad y sostenibilidad. 

Ante el auge de las prendas pensadas para el interior de los hogares y/ o practicar deporte, muchas empresas que no estaban en estos segmentos están creando líneas específicas. ¿Esta tendencia perdurará o las aguas volverán a su cauce en cuanto pase la crisis?

Creo que son momentos en que todos estamos cambiando. Podemos vivir en la ciudad y tener un huerto urbano y vivir en el campo, pero vestirnos para trabajar en la ciudad. 

De la misma forma practicaremos deporte con prendas sport pero al mismo tiempo podemos darles un aire sensual. 

En realidad, ha surgido una nueva palabra, “athleisure”, término que define un vestir deportivo y cómodo que se puede llevar en diferentes ambientes para salir. Esta moda pasará como otras, pero con el tiempo volverá renovada.

3Zuzana Vaskova. Responsable de Marketing de Nylstar 

Zuzana Vaskova. Responsable de Marketing de Nylstar 
Zuzana Vaskova. Responsable de Marketing de Nylstar
Tiempo. Evolución. Cambio. Las formas de vestir no escapan a ello. Defínanos su idea de este proceso. ¿En su labor diaria, a la hora de planificar su trabajo, sus colecciones, tendencias, la pandemia les ha comportado un cambio de estrategia significativo?

Si, nosotros creemos que el futuro está en las prendas que son 100% seguras para la salud de las personas y para el medio ambiente. Durante la pandemia pudimos trabajar nuestra estrategia de desarrollo de soluciones para prendas duraderas, 100% reciclables y con cero polución de microfibras en el aire y agua.

¿Se vive como se viste o se viste como se vive?

Creo que la forma de vestir está muy ligada a nuestro estilo de vida. Cada vez más estamos viendo la tendencia del slow fashion, los consumidores están buscando prendas duraderas y sostenibles.

¿Han sido las primeras materias las que han empujado con su  evolución o es el cambio tecnológico y social el protagonista de los cambios?

Todo el conjunto de factores influyen en la evolución. En nuestro caso ha sido tanto la adaptación de la tecnología como la materia prima, para poder ofrecer productos de alta tecnología y 100% sostenibles. 

La pandemia lo ha cambiado todo o casi. Cómo vestirse, ¿ya no es lo que era? ¿Cuáles son los principales cambios que nos ha traído la pandemia a la hora de vestir? ¿Van a permanecer tras la crisis o no van a constituir una ruptura real con lo establecido? 

En mi opinión, la pandemia ha ralentizado el consumo de la moda y esta tendencia irá permaneciendo. El Fast Fashion tiene que ir desapareciendo poco a poco, porque no es nada sostenible.

Zuzana Vaskova. Responsable de Marketing de Nylstar 
Zuzana Vaskova. Responsable de Marketing de Nylstar

“Se pueden hacer prendas sofisticadas y a la vez cómodas con materiales innovadores”

Del nailon a las fibras vegetales, de Chanel y Schiaparelli a Lewis y Donatella Versace, ¿cuál es el mayor argumento para los cambios en las formas de vestir? ¿Cree que se hablará de una moda post pandemia en los futuros libros sobre historia de la moda? 

Sí, estoy convencida que la pandemia nos ha hecho dar un giro. Durante la pandemia la gente estaba buscando sobre todo la comodidad. Cada vez más se están desarrollando prendas de vestir que sean cómodas pero a la vez con altas prestaciones – como por ejemplo prendas transpirables, prendas antibacterianas, con componentes cosméticos etc…

¿Se volverá a la “preocupación” por el vestir o ya nos va bien de asistir a cualquier evento festivo o laboral en camisa y vaqueros? ¿La sofisticación en el vestir solo va a quedar relegada a ocasiones muy especiales?

Creo que se pueden hacer prendas sofisticadas y a la vez cómodas con materiales innovadores. El claro ejemplo es nuestra última colaboración con AZ Factory, marca de alta costura que construyó Albert Elbaz (diseñador de Lanvin, Yves Saint Laurent) y que han elegido nuestra tecnología como base de sus colecciones. Es un buen ejemplo de cómo la tecnología puede aplicarse a la moda.

La obsolescencia programada se inventó con la moda. ¿Qué nuevas formas nos depara el futuro para que la bicicleta no se caiga? 

Tenemos que invertir nuestro tiempo en innovación y desarrollo tanto en tecnología como en nuevas materias primas. Creo que el tema de economía circular y reciclabilidad de las prendas es fundamental para el futuro.

Ante el auge de las prendas pensadas para el interior de los hogares y/ o practicar deporte, muchas empresas que no estaban en estos segmentos están creando líneas específicas. ¿Esta tendencia perdurará o las aguas volverán a su cauce en cuanto pase la crisis?

Creo que esta tendencia perdurará, porque los consumidores se han dado cuenta de que si tienes ropa específica para practicar deporte o estar en casa te da mucha más comodidad. 

4Roberto VerinoDiseñador 

Roberto Verino. Diseñador 
Roberto Verino. Diseñador
Tiempo. Evolución. Cambio. Las formas de vestir no escapan a ello. Defínanos su idea de este proceso. ¿En su labor diaria, a la hora de planificar su trabajo, sus colecciones, tendencias, la pandemia les ha comportado un cambio de estrategia significativo?

La pandemia nos ha supuesto un cambio en la mentalidad de cómo trabajamos en nuestro día a día, pero no ha tenido un efecto significativo en la estrategia porque en Roberto Verino diseñamos prendas para que duren toda una vida, y estas prendas hechas con calidad, en cercanía y manos expertas se han revalorizado más. La compra en Roberto Verino es una prenda meditada, no impulsiva. 

¿Se vive como se viste o se viste como se vive?

Yo diría que antes se vestía para gustar, para construir una imagen de nosotros mismos que casaba con un estereotipo concreto y ahora la gente viste para sentirse bien, para expresarse de forma individual y que la ropa sea también una prenda que nos confirme quienes somos de forma emocional en este frenetismo que vivimos. De ahí que en Roberto Verino construyamos armarios emocionales, que son aquellos cargados de prendas que significan mucho para nosotros, que nos acompañan toda una vida y que incluso trascienden a próximas generaciones. No hay mejor sostenibilidad que la durabilidad y el vínculo emocional con las prendas que usas. 

¿Han sido las primeras materias las que han empujado con su  evolución o es el cambio tecnológico y social el protagonista de los cambios?

Mi opinión es que el gran motor de cambio es la sociedad que va mucho más sincronizada de lo que pensamos. En moda se habla de los influencers como grandes promotores de las tendencias; pero las tendencias están ahí flotando en cada caso y todos vamos recibiendo inputs de los que no nos damos cuenta, hasta que llega alguien y nos lo muestra claramente, pero la gente lo abraza porque está preparada para ello, porque sin darse cuenta ha hecho el proceso de cambio. 

La pandemia lo ha cambiado todo o casi. Cómo vestirse, ¿ya no es lo que era? ¿Cuáles son los principales cambios que nos ha traído la pandemia a la hora de vestir? ¿Van a permanecer tras la crisis o no van a constituir una ruptura real con lo establecido?

No estoy tan convencido de que la pandemia haya cambiado cómo nos vestimos. La pandemia ha servido para normalizar algo que ya estaba ahí, que es la tendencia a la comodidad, a ir a lo funcional. Eso no es óbice para la elegancia o el vestir más formal. 

Del nailon a las fibras vegetales, de Chanel y Schiaparelli a Lewis y Donatella Versace, ¿cuál es el mayor argumento para los cambios en las formas de vestir? ¿Cree que se hablará de una moda post pandemia en los futuros libros sobre historia de la moda?

Probablemente si se hable de la moda post pandemia porque es un evento tan significativo a nivel mundial que se utilizará como punto de inflexión, pero la realidad es que la pandemia ha sido la catarsis que lo ha emancipado. Lo mismo ha pasado en otros momentos históricos como “la gran renuncia” masculina del vestir durante la revolución francesa. En mi opinión ese cambio ya venía tomando fuerza por un cambio de pensamiento creciente. 

Roberto Verino. Diseñador 
Roberto Verino. Diseñador

“El gran motor de cambio es la sociedad que va mucho más sincronizada de lo que pensamos”

¿Se volverá a la “preocupación” por el vestir o ya nos va bien de asistir a cualquier evento festivo o laboral en camisa y vaqueros? ¿La sofisticación en el vestir solo va a quedar relegada a ocasiones muy especiales?

La sociedad sigue jugando a la seducción, al gustar. Eso forma parte de nuestra cultura humana y es en gran medida un motor social. Vivimos en una sociedad cada vez más preocupada por la imagen individual y por tanto el vestir es una de las mayores formas de expresión que tiene el ser humano. Eso no significa que nos queramos vestir igual que antes y sí creo que la funcionalidad será la línea transversal, que no el desdén. Mi opinión es que ahora la tendencia será utilizar cosas que ya tenemos y nos reconfortan combinandolas con cosas nuevas. 

La obsolescencia programada se inventó con la moda. ¿Qué nuevas formas nos depara el futuro para que la bicicleta no se caiga?

Crecer en valor no en cantidad. Aportarle al mundo algo más que juego y sueño, sin perderlo, por supuesto, porque la moda es fantasía, que no frivolidad. 

Ante el auge de las prendas pensadas para el interior de los hogares y/ o practicar deporte, muchas empresas que no estaban en estos segmentos están creando líneas específicas. ¿Esta tendencia perdurará o las aguas volverán a su cauce en cuanto pase la crisis?

El concepto de la confortabilidad se queda sin duda, es el gran cambio, pero cómo se exprese estéticamente cambiará porque ahí está el juego. Uno, la confortabilidad tiene que ver con el cambio profundo de la sociedad, el otro tiene que ver con la tendencia del momento. Son dos cosas muy distintas y es ahí donde marcas atemporales como Roberto Verino tienen que estar muy atentas y saber diferenciar entre los cambios tácticos y los estratégicos. 

5Estel Vilaseca. Jefa del área de moda de LCI Barcelona

Estel Vilaseca. Jefa del área de moda de LCI Barcelona
Estel Vilaseca. Jefa del área de moda de LCI Barcelona
Tiempo. Evolución. Cambio. Las formas de vestir no escapan a ello. Defínanos su idea de este proceso. ¿En su labor diaria, a la hora de planificar su trabajo, sus colecciones, tendencias, la pandemia les ha comportado un cambio de estrategia significativo?

La pandemia nos ha obligado a todos, primero, a romper nuestro ritmo de vida habitual, después, a repensarlo según este nuevo y desafiante contexto. En el área de moda de LCI Barcelona el confinamiento aceleró la transformación digital y nos invitó a abordar los contenidos de otra manera, ya que muchos alumnos no tenían material específico en casa, poniendo más atención en adquirir los procesos que en el resultado final. Pero finalmente, 35 estudiantes acabaron íntegramente sus proyectos de graduación, y para mostrarlos, en lugar del desfile habitual – que por razones obvias no pudimos celebrar – por primera vez lo presentamos en formato digital después de una semana de grabación. Este año, repetimos con este formato, porque gustó y nos permitió profundizar más en el concepto y trabajo de cada una de las colecciones finales. Por otra parte, este curso, ya hemos introducido programas de prototipaje digital como el CLO3D y seguimos trabajando para integrar al máximo la sostenibilidad y prácticas respetuosas en el currículum.

¿Se vive como se viste o se viste como se vive?

La moda y las prendas nos empoderan, transforman, camuflan, integran o nos hacen destacar del resto. Nos ayudan a transgredir, comunicarnos y relacionarnos. También según nuestros estilos de vida, las ocasiones y el contexto, escogemos, de forma más o menos consciente, un estilismo u otro. Así que un poco de cada. 

¿Han sido las primeras materias las que han empujado con su  evolución o es el cambio tecnológico y social el protagonista de los cambios?

Todos los grandes cambios en la historia de la moda han estado vinculados a cambios tecnológicos, sociales y/o políticos, algo que por ejemplo queda muy patente en las fluctuaciones del largo de las faldas en el discurrir del tiempo, o en la evolución de la silueta. Los nuevos materiales tienen que ver con los cambios tecnológicos, y cómo decía Paco Rabanne, esta es una de las únicas fronteras que le quedan a la moda. Estamos viendo muchos avances en el terreno de la impresión 3D que, al mismo tiempo, demandan nuevas metodologías de diseño y producción. Aunque la consolidación de los meta-universos, mundos virtuales ficticios, pienso que también prometen una espacio muy interesante de desarrollo y creatividad para el sector de la moda.

La pandemia lo ha cambiado todo o casi. Cómo vestirse, ¿ya no es lo que era? ¿Cuáles son los principales cambios que nos ha traído la pandemia a la hora de vestir? ¿Van a permanecer tras la crisis o no van a constituir una ruptura real con lo establecido?

Todavía es pronto para poder valorar el impacto de la pandemia en el vestir. Estamos inmersos en este proceso, que empezó con el confinamiento y nos obligó a abrazar prendas cómodas, funcionales, que nos protegieran en los momentos de máxima incertidumbre y fragilidad. La mascarilla se ha convertido en un complemento más. Ahora, con el fin del estado de alarma y mayor apertura, vemos una explosión de colores dopamínicos para levantar el ánimo, mucho estampado y el regreso de las ganas de volver a “arreglarnos”. Lo que vendrá ahora es difícil de pronosticar, porque el virus sigue mutando y todavía no está claro cómo evolucionará, ni las consecuencias sociales, económicas y políticas a corto y medio plazo; pero se dibujan varios perfiles: desde los que abrazan un neo futurismo hasta los que siguen una corriente absolutamente romántica y con vínculos con el espíritu hippie de los setenta. Al mismo tiempo, también hay ecos de los años veinte del siglo pasado debido al actual contexto político, muy polarizado y agitado. Es relevante también cómo sigue fluctuando el significado del lujo y cómo el activismo crece y demanda a las marcas ser mucho más comprometidas y auténticas. 

Estel Vilaseca. Jefa del área de moda de LCI Barcelona
Estel Vilaseca. Jefa del área de moda de LCI Barcelona

“Hay ganas de volver a arreglarse, pero sin dejar de lado el terreno ganado a la comodidad”

Del nailon a las fibras vegetales, de Chanel y Schiaparelli a Lewis y Donatella Versace, ¿cuál es el mayor argumento para los cambios en las formas de vestir? ¿Cree que se hablará de una moda post pandemia en los futuros libros sobre historia de la moda?

Los cambios sociales y políticos tienen un fuerte impacto en la moda y, de hecho, la moda en muchas ocasiones ayuda a introducir cambios y actúa como reguladora del cambio social. Las diseñadoras que pasan a la historia son aquellas que han sido capaces de conectar con el Zeitgeist, el espíritu de su tiempo. Estoy segura que se hablará de una moda postpandemia en los futuros libros de historia de la moda, pero todavía es pronto para saber qué forma tomará.

¿Se volverá a la “preocupación” por el vestir o ya nos va bien de asistir a cualquier evento festivo o laboral en camisa y vaqueros? ¿La sofisticación en el vestir solo va a quedar relegada a ocasiones muy especiales?

En este sentido, hay ganas de volver a arreglarse, pero sin dejar de lado el terreno ganado a la comodidad. Todavía nos va a costar ponernos unos tacones altos o un traje que no nos permita libertad de movimientos. Pero uno puede vestir cómodo y preocuparse mucho por el vestir, con una camisa suave de algodón orgánico estampada de forma artesanal, unos jeans de denim japonés elaborados por un sastre local o unas zapatillas deportivas de edición limitada hechas de forma respetuosa y con materiales sostenibles. Creo que quizá lo que está cambiando también es la noción de sofisticación o elegancia. En este sentido, hay un libro muy interesante que se llama “The New Luxury” y que explora la cultura del streetwear y de cómo ésta está cambiando todas estas percepciones.

La obsolescencia programada se inventó con la moda. ¿Qué nuevas formas nos depara el futuro para que la bicicleta no se caiga?

Estamos empezando a pasar página, a dejar atrás la cultura del usar y tirar. No será algo que ocurra de un día para otro, pero es un modelo inviable con la crisis medioambiental que estamos viviendo. Las marcas están acelerando sus políticas de sostenibilidad y les queda mucho trabajo que hacer en el terreno social y humano, pero cada vez hay más conciencia y las generaciones más jóvenes tienen las ideas muy claras al respecto porque han crecido siendo conscientes de estas problemáticas. También vemos como el sector de la ropa de segunda mano y el alquiler de prendas tiene unos pronósticos de crecimiento muy grandes, algo que viene ligado a este cambio de mentalidad y tendencia. Aparecen nuevos proyectos como Vestiaire Collective o Vinted, marcas que abren líneas de negocio en la segunda mano, y marcas que no solo te venden ropa, sino que te la alquilan. El objetivo final es que el modelo sea circular, y que todo lo que se genera, contamine lo mínimo y cause cero desperdicio. Teniendo en cuenta todo esto, las marcas de moda trascienden el producto y se convierten en generadoras de contenido y experiencias. Hace poco Riccardo Bellini, CEO de Chloé decía: “Estamos moviéndonos de una fase de colecciones a una fase de conexiones. Lo que representa una marca, sus creencias y valores, serán tan relevantes como sus productos y estética”.  

Ante el auge de las prendas pensadas para el interior de los hogares y/ o practicar deporte, muchas empresas que no estaban en estos segmentos están creando líneas específicas. ¿Esta tendencia perdurará o las aguas volverán a su cauce en cuanto pase la crisis?

Esto tiene que ver con lo que comentábamos en el punto anterior. No sólo hemos visto cómo muchas marcas crean nuevas líneas dentro del sector, sino también como empresas como Zara, HM o Mango están entrando en sectores como el de interiores, con productos que tienen menos rotación pero unos márgenes de precio más altos. Esto cambiará si cambia el estilo de vida y el contexto, pero teniendo en cuenta que parece cada vez más probable que las semanas laborales sean más cortas, la gente tendrá más tiempo libre y hará más deporte. El teletrabajo, que parece que para muchos ha venido para quedarse, implica que la barrera entre el entorno doméstico y laboral se difumina y conlleva también unos nuevos códigos de vestir más relajados. 

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