Se impuso… la lógica, la economía, los intereses creados, romper con ciertas rutinas… Lo cierto es que, los que esperábamos que Barcelona fuera nuevamente la ciudad que acogiera la ITMA 27, nos hemos llevado un cierto disgusto.
¿Hannover, la gran sorpresa? Si lo pensamos con calma, no tanto. Vamos a lo objetivo y no permitamos que inspire nuestro comentario el cariño y la nostalgia.
Será la cuarta vez (1963, 1979, 1991 y 2027) que el evento se celebrará en Hannover. Así que la ciudad alemana no es ningún desconocido para la feria y sus circunstancias.
Posee el recinto ferial más grande de Alemania con casi 500.000 metros cuadrados de superficie expositiva (27 pabellones cubiertos) y casi 60.000 metros al aire libre.
¿Experiencia con grandes eventos? Sin duda. Solo hay que recordar las celebraciones de Cebit y la IAA con más de 6.000 empresas y cerca de 500.000 visitantes.
Y aunque CeBIT ya dejó de celebrarse, la misma se ha transformado en un foro de energías alternativas que concita actualmente un gran interés. En 2015 cerraron su impresionante recinto con la construcción de nuevos pabellones.
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Conocido todo esto, la elección de la ciudad parece algo responsable y consecuente. Pero…. ¿y dónde colocamos a tanto personal?
Aquí radica unos de los problemas de la elección de la ciudad. Los que hemos sido visitantes de muchas ferias en el país ya conocemos su cultura del alojamiento en viviendas particulares. Hannover volverá, por pura necesidad, a ofrecer domicilios privados a tanto expositor y visitante. No pueden hacer otra cosa. Hannover solo cuenta en su ciudad con 340 hoteles y 30.000 camas. Cifras orientativas, ya que dentro de cuatro años estas pueden verse alteradas.
Y Barcelona, ¿qué? Pues nuestra querida ciudad condal con 1.700.000 habitantes superando a Hannover en 1.100.000 ciudadanos y con 450 hoteles superando en 110 establecimientos, solo en la ciudad, a los hanseáticos. Y, con más de 25.000 habitaciones y 7.400 bares y restaurantes, es una de las ciudades europeas más preparadas para albergar una gran cantidad de población flotante.
No queda atrás nuestro eficiente recinto ferial, con 240.000 metros cuadrados de superficie bruta expositiva, 8 pabellones cubiertos y cerca de una ampliación de 2 torres de 70 metros que mediante unas pasarelas conectarán con el recinto.
Con 26 grados de máxima y 20 de temperatura de mínima en septiembre, comparándolos con los 19 y 10 de Hannover hubiera sido, como ya demostró en dos ocasiones anteriores, una ciudad perfecta para albergar nuevamente la ITMA.
¿Poco entusiasmo en nuestras autoridades para apostar nuevamente por el evento? ¿Motivos que solo conocen cuatro o cinco personas y que no pueden revelarse?
Apuesten por ello. De cualquier forma, Hannover verá una gran ITMA.
Este editorial se publicó originalmente en la edición de Julio de Noticiero Textil
