Desde hace algunos años el sector textil se enfrenta a una situación complicada en el que diferenciarse de la competencia se ha convertido en algo fundamental. La liberalización del comercio internacional, la introducción del e-commerce y la aparición en el mercado de nuevos competidores, han obligado a las empresas de este sector a afrontar un profundo proceso de transformación.
Ante una oferta tan amplia, las exigencias de los consumidores se han acrecentado. Si antes los factores más valorados eran la calidad del producto, su precio y su disponibilidad en el mercado, ahora también se tienen en cuenta aspectos que afectan directamente a los procesos internos de la organización. Entre ellos, la imagen de marca de la compañía o su capacidad de respuesta de cara al cliente.
Para afrontar estos nuevos objetivos, las empresas textiles pueden apoyarse en la tecnología. De hecho, serán aquellas compañías que apliquen a sus procesos soluciones innovadoras y eficaces, las que lograrán salir reforzadas de la crisis que este sector está viviendo.
En un futuro cercano, la organización que cuente con una infraestructura tecnológica sólida podrá agilizar sus procesos internos, reducir sus costes, incrementar su productividad y mejorar su imagen de cara al cliente, lo que seguro, repercutirá de forma decisiva en sus beneficios y le dará una posición predominante en el mercado.
Una situación con la que las empresas que no hayan avanzado tecnológicamente no podrán competir, ya que seguirán teniendo costes elevados, una productividad baja y una imagen de escasa repercusión en lo que al consumidor se refiere. A la larga, esto les impediría jugar con los precios y podría obligarlas a reducir la calidad de sus productos.
Una opción inteligente
Aunque existen numerosas soluciones tecnológicas disponibles en el mercado y cubren prácticamente todo el ciclo de producción de una empresa textil, uno de los proyectos más fiables por el rápido retorno de la inversión que ofrece y su fácil proceso de implementación, es el que supone la adopción de software documental.
Partimos de la base de que las compañías textiles generan cientos de documentos en un solo día. Hablamos de órdenes de compra, facturas, albaranes, patrones de diseño, etiquetas… Generar y distribuir esos documentos de forma manual resultaría completamente imposible y aquí es donde entra en juego la tecnología documental.
Gracias a herramientas sencillas e intuitivas, podemos diseñar todo tipo de documentos en cuestión de segundos y hacérselos llegar a nuestros clientes, proveedores o distribuidores a través de diferentes vías.
Alguien podría preguntarse qué necesidad tiene una empresa textil de contar con diferentes métodos para distribuir su información. La respuesta es tan sencilla como explicar que normalmente, las etiquetas se imprimen para ser incorporadas a las prendas textiles, los patrones de diseño se envían por e-mail y los proveedores prefieren que se les hagan llegar las facturas o albaranes por fax e incluso, visualizarlos de forma online.
Al realizar estas pequeñas modificaciones en su funcionamiento interno, las organizaciones consiguen agilizar sus procesos y tienen más tiempo para centrarse en el foco de su negocio e incrementar sus beneficios, aunque las ventajas que ofrece este tipo de software van mucho más allá.
Cuestión de imagen
En muchas ocasiones, la relación entre una organización y sus clientes y proveedores se limita al intercambio de documentación. Si aceptamos que esto es así, nos daremos cuenta de que la presentación y calidad de esos documentos será determinante a la hora de forjar la buena o mala imagen de una compañía.
Lo mismo ocurre cuando ofrecemos diferentes vías de comunicación a las personas con las que mantenemos una relación comercial. Imaginemos por ejemplo que un cliente compra un producto textil a través de la web y, una vez adquirido, quiere tener acceso a su factura. Si la empresa con la que ha realizado esa transacción comercial no ofrece la posibilidad de generar documentos en internet o no proporciona una visualización rápida de los mismos, el consumidor puede plantearse cambiar de proveedor en el futuro.
Para ofrecer una rápida respuesta a sus clientes y ser capaces de facilitarles esa factura de la que hablábamos en el mínimo tiempo posible, es importante contar con un generador de documentos online que trabaje en tiempo real, pero también es fundamental tener un buen sistema de almacenamiento y recuperación de los documentos. Sin estos gestores documentales, la labor de buscar un albarán concreto o una orden de compra podría llevar semanas. Un periodo que puede recortarse a segundos con las herramientas apropiadas.
Actualmente, hay algunos proveedores de software documental que ofrecen todas estas soluciones bajo un paraguas común, lo que facilita sobremanera la puesta en marcha de estos proyectos. Iniciativas que no suponen un fuerte desembolso económico y que, sin embargo, pueden convertir la crisis que atraviesan las empresas del sector textil en una verdadera oportunidad de negocio.