El Grupo obtuvo en los nueve primeros meses del año un EBITDA ajustado de 3,3 millones de euros, frente a los 3,8 millones de euros del mismo periodo del año anterior. El margen de EBITDA se mantuvo en el 8,5% a pesar de un contexto económico difícil por la guerra en Ucrania y el alza del precio de las materias primas y la energía.
Los gastos extraordinarios por la puesta en marcha de la nueva planta del grupo en Guatemala impactaron en el EBITDA contable, que fue de 2,4 millones de euros. Aun así, el EBIT de este periodo fue positivo en 0,1 millones de euros, frente al resultado cero del mismo periodo de 2021.
La facturación hasta septiembre fue de 39,1 millones de euros frente a los 44,9 millones registrados en el mismo periodo del año pasado debido a la desaceleración de la actividad comercial por la inestabilidad internacional, que está generando incertidumbre en los clientes y ralentizando los pedidos.
En cualquier caso, la apertura de la fábrica en Guatemala está permitiendo cerrar acuerdos con grandes corporaciones norteamericanas, hasta ahora inaccesibles, que desean trasladar sus producciones asiáticas a Centroamérica.
Respecto a la deuda financiera neta, en septiembre ascendía a 57,7 millones de euros, un 4% inferior a la cifra registrada en diciembre de 2021.
Resultados por unidades de negocio
A pesar de la contracción de la demanda, la Unidad de Prenda mantuvo el margen de EBITDA en los niveles del año anterior, 18,7%. El grupo está recibiendo nuevos pedidos del segmento de Lujo que abren la posibilidad de iniciar grandes producciones que hasta ahora se encargaban en Asia.
“Nextil es referente en este segmento y cuenta con una posición diferencial en el mercado por sus elevados estándares de calidad, lo que está abriendo nuevas oportunidades de negocio”, subrayan desde la firma.
La Unidad de Tejido está recuperando progresivamente la rentabilidad: el EBITDA, aunque negativo en 0,2 millones de euros, mejoró en un 86% respecto al mismo periodo de 2021.
Las ventas de EFA crecieron un 69% con respecto al mismo periodo del año anterior. Además, se han revertido los resultados negativos del primer trimestre mediante el traslado del incremento de costes al cliente final, lo que ha permitido obtener resultado positivo en el tercer trimestre del año.
La fábrica de Guatemala inició en septiembre las primeras producciones de tejido circular para determinados clientes. Se espera que alcance su máxima capacidad de producción en mayo de 2023.
Conclusiones
En el primer semestre de 2022, el grupo ha decidido terminar la actividad de la fábrica de tejido de El Masnou (Barcelona) debido al incremento de costes en toda la cadena de valor y la dificultad de trasladarlo a los clientes europeos, así como por los problemas de calidad con algunos subcontratistas. Por todo ello, se ha planificado un cierre ordenado con el personal y los acreedores.
La compañía se ha reorganizado a nivel operativo, con una nueva estructura comercial basada en cinco divisiones: medical, íntima, baño, deporte y lujo. El equipo directivo se ha reforzado con un nuevo director general, un director corporativo, así como diversos directores en las áreas comercial e industrial; y el anterior director general, Manuel Martos, ha sido nombrado consejero delegado.
El proyecto a futuro es de crecimiento sostenible, aumento de la rentabilidad y generación de caja. Dicho crecimiento será orgánico, pero también se estudian nuevas adquisiciones.
La fábrica de Guatemala alcanzará su plena capacidad productiva (6 millones de metros al año) a partir de mayo de 2023, lo que impulsará de forma significativa la actividad de la compañía.