¡¡A por ellos!!

Cada momento tiene sus factores de motivación. En el último campeonato europeo de fútbol, el grito de los aficionados españoles ha sido: ¡¡A por ellos…!!, que es un grito guerrero pero que en esta ocasión ha tenido más éxito (lograr el campeonato) que las tradicionales invocaciones a la furia española. La furia es un factor importante para resolver situaciones difíciles aunque a corto plazo, ya que el propio sobreesfuerzo que implica tiene un componente innato de limitación en el tiempo.

En este caso, este sobreesfuerzo, esta furia, ha tenido un buen final que contrasta con tantos esfuerzos y tanta adrenalina descargada en anteriores eventos deportivos. Este final feliz ha sido fruto de la conjunción de la furia pero también de la técnica y de la inteligencia en el terreno de juego y de una buena estrategia en el banquillo.

En el textil español nos encontramos en una situación difícil: caída del consumo interior,  estancamiento de las exportaciones, creciente competencia internacional, divergencias entre costes e ingresos, etc. Ante esta situación podemos adoptar las estrategias tradicionales, que el sector domina y pone en práctica de manera eficaz.

Estas estrategias son claramente de resistencia: frenar costes, reducir estructuras, deslocalizar, vender lo que sea, etc. Sin embargo, estas estrategias es posible que no den demasiados resultados en estos momentos debido a que muchas empresas ya tienen pocas cosas para reducir y, naturalmente, una cura de adelgazamiento más sería prácticamente suicida. Por otra parte, el mundo textil está cambiando a tal velocidad en los últimos años que el lema “resistir es ganar”  ya no es demasiado creíble, ya que la salida de la crisis (¿2009?, ¿2010?…) nos dejará un sector diferente del  actual al que las empresas tendrán que realizar un esfuerzo para adaptarse nuevamente. Por ello, la única política posible es diseñar estrategias creíbles, dado el marco general, posibles de implantar con los medios disponibles y sobre todo, que sean estrategias de avance, no de resistencia.

No hay duda que el ánimo actual de los empresarios y los trabajadores textiles está sustentado, en buena parte, en su capacidad de resistencia. Se dice: “con lo que ha pasado, y todavía seguimos”, pero esta cualidad sólo asegura el presente pero deja las mismas incógnitas para el futuro. Por ello, se impone la reflexión estratégica y, sin abandonar la lógica prudencia, adoptar las medidas para asegurar el futuro de las empresas que, sin duda, lo tienen. La globalización desbocada que ha sufrido y sufre el textil no va a acabar con el sector, antes bien pueden abrirse puertas o ventanas de negocio que antes no existían o que ya existían pero no veíamos y que sin duda pueden generar nuevas oportunidades de negocio. ¿No es esto la innovación?

El símil entre la situación del sector textil con un partido de fútbol es muy adecuado: hay equipos que salen al campo ya derrotados; otros que salen a resistir al máximo, aunque no ganen se conforman con no perder; y otros que salen a ganar, aunque sólo lo conseguirán si están preparados física, técnica y estratégicamente para conseguirlo.

Hemos de apoyar a este último, entonces tiene sentido el lema: ¡¡A por ellos…!!

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